sábado, 23 de junio de 2018

la sumisa


Habíamos quedado aquella tarde con un amigo en casa. Yo, me atrasé en la oficina y mi mujer me llamó para indicarme que nuestro amigo, había llegado y que

me iban a esperar tomando una copa, les dije que no, que empezaran sin mi. A la media hora, llegué a casa y al abrir la puerta, lo primero que vi, fue

a mi mujer con las piernas muy abiertas y desnuda de cintura para abajo. Sus tacones apoyados sobre la mesa , hacían que la imagen de sus largas y

delgadas piernas ,fuera muy sensual. Nuestro amigo, se había encargado de ponerla muy caliente previamente, besándola y desnudando la mitad inferior de su cuerpo. Sin braguitas y abierta de piernas, el jugaba lentamente con su clítoris. Ella jadeaba y se movía casi al compas del roce del dedo con su pequeño punto de

placer, soltando de vez en cuando un pequeño quejido casi imperceptible. Me acerqué, le bese en la boca y le quité los botones que le quedaban por desabrochar de su camisa y empecé a manosearle suavemente sus pequeños

pechos y su pezones rectos y duros. Seguimos así un buen rato , aprovechando de vez en cuando para besarle cada pezón . Juan se acercaba , le besaba

y lamía un pecho y a la vez, yo lo hacía con el otro. Su coño estaba totalmente húmedo y ella tenía ganas de ser follada, pero aún teníamos que jugar

mucho más. Ella, empezó a tocarnos la polla a ambos por encima del pantalón tanto que nos apresuramos en quedarnos desnudos delante de ella. Nuestro amigo se sentó en un sillón, yo en otro y le dije que jugáramos a amo y sumisa, a lo que ella aceptó. Nuestro amigo, la acercó hacia él y le metió toda su polla en la boca y ella la lamía gustosamente por todos sus recovecos. Con los labios, subía y bajaba

alrededor del glande y con la lengua la recorría de arriba a abajo. En un momento dado, ella quiso hablar y él como buen amo le ordenó dirigiendo su cabeza hacia su polla que siguiera lamiendo, ella sin decir palabra siguió lamiendo por un buen rato mientras yo observaba lo que ocurría. Nuestro amigo disfrutaba y ella también, solo con verlo disfrutar. Durante ese tiempo, yo me entretuve en toquetear su coño, abriéndole los labios y pasando los dedos por su abertura y de vez en cuando la penetraba con uno o dos dedos, ella movía su culito pidiendo algo más. Pasado un tiempo, nuestro amigo, le ordenó que se dirigiera a mi polla y ella, así lo hizo sin decir nada, empezó a lamerla . Con mi polla en su boca , subía y bajaba ,la recorría en toda su extensión, lamiendo el glande, enroscando su lengua alrededor de él, haciendo que mi polla estuviera tan recta que hasta me dolía de placer. Nuestro amigo, mientras ella estaba arrodillada delante de mi comiéndome la polla, sacó unas esposas con tela alrededor y le ató las manos a la espalda. Ella seguía lamiéndome la polla, pero esta vez no tenía donde apoyarse. 

Así que procedimos a subirla al sillón, la pusimos de rodilla y nuestro amigo la penetró con cierta brusquedad, ella que estaba muy húmeda , dio un pequeño respingo pero luego empezó a moverse al compas que la polla de Juan entraba y salía de su coño con cierto ímpetu. Ella estaba jadeando de placer , su cuerpo se movía hacia detrás y hacia delante, para acompasarse con el movimiento que describía la polla. Apoyaba su cabeza sobre el respaldo del sillón, mientras levantaba su culito, para que la polla le entrara hasta el fondo y así poder sentirla en su máximo placer. Le gustaba mucho tener a nuestro amigo dentro de ella, en varias ocasiones me lo había confesado y yo disfrutaba viéndola a ella recibiendo su polla Al poco, un gritito sordo y una serie de espasmos nos indicaron que se había corrido y que seguía teniendo orgasmos con cada entrada de la polla en su coño. Minutos más tardes, nos dijo que parasemos que quería descansar. Así lo hicimos y le quitamos las esposas. Aún quedaba mucha tarde para seguir jugando. Tomamos unas copas, charlamos un poco, sentados los tres desnudos en la cama de matrimonio, mientras ella, aún algo cansada pero muy húmeda, nos tocaba con suavidad a los dos, entre sorbo y sorbo de las copas que ambos tomábamos. Así, estuvimos minutos y mientras ella nos tocaba, nosotros nos encargábamos de abrir su vulva y de introducirle un dedo o dos en su pequeño orificio que volvía a pedir guerra. 

Juan se levantó , la acostó en la cama , le abrió las piernas y empezó a comerle el coño de tal forma que ella se movía, gesticulaba e intentaba levantar su culo y nosotros se lo impedíamos. Nuestro amigo le lamía los labios de su coñito y con la lengua jugaba con su clítoris , una y otra vez y mientras, yo volvía a acercar mi polla a su boca, que ella mamaba con gran interés. Tuvo así un orgasmo, pero no quisimos que descansara, por lo que sustituí a Juan en lamerle el coño y así varias veces, de forma que conseguimos que tuviera múltiples orgasmos, uno tras otro hasta que ella misma dijo que parasemos. La dejamos que descansara un minuto y seguidamente , de nuevo acostada ,le pusimos un cojín debajo de su cintura, de forma que su culo se levantara un poco y su coño estuviera más expuesto a nuestra vista y por tanto a ser más fácilmente penetrada. Me puse a nivel de su cabeza , le tome sus tobillos y le levante las piernas y se las abrí, de forma que le facilitaba a Juan la penetración, cosa que hizo con mucho gusto. Esta vez ella pedía ser follada, lo quería ,deseaba tener de nuevo la polla de su amigo dentro. Se movía acompasadamente siguiendo como si se tratara de un baile, los movimientos de Juan. El penetraba varias veces casi fuera y una o dos veces lo hacía en todo su interior. 

Y así estuvo durante un buen rato hasta que viendo, que ella estaba super excitada , redobló el movimiento de su penetración ,tanto que sus testículos hacían ruido al chocar contra ella, así, siguiendo este ritmo y sin poder aguantar más, ella se tensó, dobló su cintura y tuvo un orgasmo bestial seguido de pequeños temblores de placer ,mientras que nuestro amigo, se corría en su interior llenándola totalmente. Ambos se quedaron unidos, descansando uno encima del otro . Un día más habíamos jugado y disfrutado juntos. Pasado un rato, nos despedimos de nuestro amigo, pensando en la próxima vez que íbamos a jugar con él.

sábado, 7 de abril de 2018

La carta de un amigo


Desearía que publicaseis esta carta que me escribió un amigo y que después de convencerlo y consentírmelo le gustaría que fuese dedicada a todos los que sienten como él. La dirección de correo es la suya, por si alguna persona tiene respuestas a su pregunta y quiere contactar.

Mi querido amigo. Después de haber leído tu carta, no puedo perder tiempo en contestarte, pero no solo es para ti, sino también para tu amigo del que me hablas, por eso espero que se la entregues a él para que la lea y le aconsejo que no tenga la menor duda en disfrutar de lo que seguro, si se lanza, le encantará.

Como sabes, tengo ya los 40 años y mis relaciones sexuales con las mujeres son excelentes. Como tu dices no se me va una chica sin mirarla y ni se me ocurre mirar a un tío. Lo mismo que a ti pero el caso contrario.



Lo que no sabes es que desde joven, algunas veces cuando estoy solo tengo fantasías sexuales pensando en el cuerpo del hombre, sobre todo en su miembro viril, los deseo de una forma incontrolable. Yo no entiendo cómo, cuando voy por la calle ni se me ocurre mirar a los tíos y después cuando veo por ejemplo una película porno, me halo deseando ser el poseído. Esto es una cosa que en verdad me gustaría que alguien me lo pudiera explicar. He llegado a fabricarme unos consoladores de cera a los que les doy las formas que quiero y luego los congelo para que duren tieso, posteriormente conecto la cámara de vídeo pues me encanta ver como se dilata mi trasero. Primero me introduzco un buen rato el más pequeño, del tamaño de un miembro normal, y después cuando veo que entra y sale perfectamente, cojo otro buen rato el más grande, con el que termino la faena. Es increíble la dilatación que mi trasero alcanza, a veces me da miedo. Seguro que estarás pensando que porqué, a mi edad, no me acuesto con un buen macho y hago realidad mis fantasías. Pues otra cosa que no sabes es que ya me han dado por el trasero. La primera vez fue chateando con un chaval de un pueblo cercano a Huelva, me dio su teléfono, hablamos, me dio confianza, y quedamos en una casa que tiene de su abuela. Al principio llegué temblando de miedo, casi eché a correr pero el muchacho estaba muy caliente, me abrazó y empezó a acariciarme. No sé cómo, pero enseguida estabamos desnudos en la cama, me indicó que hiciéramos el 69, yo arriba y el debajo, tomé por primera vez con mis propias manos el miembro masculino, lo masajeé y me lo comí deleitándome con el momento. Él me saboreó el miembro y cuando me comió el trasero yo me tragué su miembro hasta la garganta y le pedí que me tirase, después de lubricarme el trasero, de un puntazo introdujo su miembro entero, yo de un salto me zafé por el dolor que me causó, pero mi deseo era superior y enseguida le ofrecí de nuevo mi agujero dejándole que me tirara como él quisiera, sabia que todo era cuestión de relajar mi esfínter anal y así fue cómo me encontré levantando mi trasero y apretándome contra el miembro del muchacho para que entrase hasta los huevos. Yo terminé corriéndome en la boca del chico tomando conciencia de lo dilatado que me había dejado mi trasero pues al correrme noté todo lo que mi esfínter se tuvo que contraer. No te puedes imaginar lo que disfrutamos. Cuando me marchaba para mi casa, la valoración que le di a esta primera vez fue buena pero pensé que un polvo con una mujer es muchisimo mejor que con un hombre. Al cabo del tiempo, sentí deseos de probar otra vez, pero el chaval del chats se tuvo que ir a estudiar a Sevilla y ya no tuve oportunidad de quedar otra vez con él. De vez en cuando lo llamo pero el teléfono suena sin respuesta. Después de un año de aquella primera vez y continuar con mis fantasías y juegos de consolador, sucedió la segunda experiencia. Esta segunda vez disfruté mas que en la anterior, mientras duró el momento, y es que cuando termina no me parece que fuese tan bueno, es decir, cuando hago sexo con una mujer y eyaculo, me quedo satisfecho y bien y desearía que sucediese de nuevo pero en el caso que nos ocupa no es así, me encanta y quiero mas mientras lo estoy haciendo, pero cuando termina, no me parece que halla sido tan bueno como con las mujeres. Todo empezó con un juego como el que realizan los adolescentes. Estaba cansado y aburrido de mis amistades y comencé a salir por sitios diferentes para conocer gente nueva. Me integré en una reunión bastante competente en la que está una chavala con la que en la actualidad me acuesto, y la verdad tira como ninguna. También conocí a un tío que para mantener su anonimato lo llamaré XXX. Una noche me quedé sólo con este amigo tomando copas en un chiringuito de la playa. Eramos dos tíos normales un poco pasados por la bebida que reíamos y hablábamos de mujeres, cuando vimos a dos chavalas que se marchaban solas por la orilla de la playa. La impresión que nos causó fue que eran dos tortillera y con el cachondeo y la luz de la buena Luna que teníamos, decidimos seguirlas para espiarlas. Efectivamente las dos mujeres caminaron unos trescientos metros, parándose de vez en cuando para besarse hasta que en uno de esos morreos cayeron al suelo y continuaron con sus pasiones. Nosotros prudentemente nos acercamos a pocos metros de ellas y estabamos halandonos cuando de pronto se levantaron y se dirigieron hacia donde estabamos, cuando llegaron junto a nosotros, una de ellas, de sopetón, le dijo a XXX que cogiese mi miembro y me halara. Comenzó un revuelo de sexo entre los cuatro, yo le comía los melones a una, mi amigo que no se lo había pensado dos veces agarraba mi miembro halandolo mientras que la otra chica le besaba en la boca. Después de un buen rato, la chica que llevaba la voz cantante me ordenó que halara a XXX y no sé si por las copas o por lo caliente que estaba, agarré el miembro de mi amigo. De pronto me vi como en mis sueños, yo era una buscona cachonda con un buen nabo largo y grueso en mi mano que lo acariciaba y apretaba. Las dos chicas observaban mi cara de pasión y como subían y bajaban mis dedos por toda la largura del miembro, acerqué mi boca para dejar caer saliva en su capullo para que resbalara bien mi mano y se me hizo la boca agua, no pude resistirlo, mi boca se fue detrás de la saliva y enfundé el miembro en mi boca. Estaba como loco, succioné el miembro como para dejarla seca, la lamí saboreando su gusto y una de las veces que me la metí hasta la garganta, exploto y me llenó la boca de fluido. Mi amigo, en agradecimiento a mi mamada, me agarró mi miembro y dirigiéndola primero a la boca de una de las chicas y luego a la otra, consiguió que eyaculara yo también. Pasados unos días de mi anterior relato, sonó el teléfono de casa y al descolgar oí la voz de XXX que me decía que me preparase, que estaba con un amigo del norte que había venido a Huelva y que en una hora estarían en mi casa. Cuando colgué le teléfono, mi corazón saltaba por la impresión. Sabia qué significaba las palabras de mi amigo por lo que corrí y me metí en la ducha para estar aseado. En la ducha, mi mente voló como acostumbraba y enseguida mi miembro saludaba a las gotas de agua que caían sobre él. Pasé el mango de la ducha por mi ano que se dilato con el agua caliente a presión y luego pensé que si la cosa salía bien, mejor seria estuviese limpio por dentro, por lo que me hice un edema, cosa que me encanta, sentir como me lleno del liquido caliente para luego expulsarlo. Después de ducharme, ordené un poco el salón, preparé un aperitivo para acompañar a las copas y por último, para que estuviese más cerca de nosotros, metí en uno de los cajones de la mesa del televisor una caja de preservativos y un bote de vaselina líquida. Puntualmente, llegaron los dos amigos, nos saludamos y pasamos al salón donde estuvimos casi todo el tiempo oyendo al vasco contar un poco su vida y anécdotas de su tierra. Javier era un hombre hecho y derecho, de 35 años y constitución robusta, pero lo que más me llamaba la atención era su mirada siempre insinuante que parecía ponerse de acuerdo con su boca sensual. Después de habernos bebido tres copas y metido en el cuerpo una ralla de cocaína, la tarde se calentó. A instancia de XXX puse una película porno en el vídeo que nos estaba poniendo a los tres tan cachondos que Javier se levanto y comenzó a hacernos un estrictis. Cuando se quedó completamente en cueros con su miembro semierecto, se agachó y a gatas se fue acercando a mi amigo que estaba de pié. De rodillas junto a él, lo abrazó y besó su paquete, después me miró y hizo un tanto de lo mismo conmigo, pero a mi no me dejó, se deshizo de mi pantalón, agarrando mi pen, comenzó a regalarme una estupenda mamada. Sus labios aprisionaban mi capullo como para ahogarlo, de vez en cuando sus dientes lo mordían como queriendo desgarrarlo, su lengua recorría todo el tronco con fuerza como para desollarlo y continuaba absorbiendo mis huevos engorandolos en su boca. Después de un rato de jugar con mi miembro, me levantó las piernas y literalmente hizo lo mismo con mi ano. Estaba con mi cuerpo totalmente tenso por el placer, con los ojos cerrados y mi boca abierta jadeaba de gusto. De pronto sentí una cosa en mis labios, abrí los ojos y era el miembro de XXX. Miré a mi amigo con ojos concupiscentes y agarré su miembro con mi boca, al contrario de lo que me hacia Javier yo lo saboreaba con suavidad y ternura, hasta que sentí el dedo del vasco abriendose paso por mi ano. Lo tuve que parar pues el puñetero vasco era muy brusco, le dije que cogiese la vaselina liquida y que me la echase en mi trasero. Con la vaselina su dedo, digo sus dedos, abrieron mi lindo trasero y cuando el vasco vio que entraban y salían perfectamente le dijo a mi amigo que ya estaba listo. Entonces XXX sacó su pija de mi boca y fue a colocarse frente a mi, mientras que Javier pasó a ocupar el sitio del otro. Agarré el miembro de mi amigo y comencé a rozarla por mi trasero y poco a poco la fui introduciendo, después me la sacaba para luego metérmela un poco más y así poco a poco hasta que sentí sus cojones en la puerta de mi caverna. Que bien me tirò XXX, me la metía y sacaba su miembro suavemente para que sintiese como entraba y salía y la siguiente vez me embestía tan fuerte que hacia que el miembro de Javier topase con mi garganta. Que rico empalado por delante y por detrás. Mi amigo explotó casi enseguida, me lleno mi agujero de leche pero no pudo apenas derramarse pues cuando la sacó, enseguida Javier con su miembrote me entaponó de nuevo el trasero. El miembro de Javier era mucho más grande y sobre todo mas gorda pero entró perfectamente por el fluido del otro machote. El vasco era un animal tirando, precia que quería destrozarme, pero a mí me enloquecía su bravura y le pedía más. Me metía su tranca hasta el fondo besándome a la vez e introduciéndome su lengua todo lo que podía. El animal, pues eso parecía tirando, me lo introdujo en varias posturas durante un buen rato hasta que la sacó y me la metió en la boca para terminar corriéndose dentro de ella y me obligó a que me tragara su fluido. Ya un poco más relajados, les relaté mis fantasías morbosas y cómo me halaba con mis consoladores. Cuando les mostré a mis acompañantes mis juguetes, no se pudieron creer que en mi trasero entrase semejante objeto por lo que les tuve que hacer una demostración. Llené mi interior de lubricante, me introduje el pequeño tres o cuatro veces, pero como vi que mi trasero ya estaba dilatado por la tirada anterior, pasé a introducirme el gordo . Al principio costó, pero poco a poco mi esfínter fue cediendo hasta que conseguí que entrase y saliese perfectamente. Mis acompañantes se habían puesto de nuevo a tono. Javier me ordenó le saboreaba su miembro cosa que hice con absoluta obediencia placentera y XXX optó por tomar el consolador e introducírmelo a su antojo mientras me regalaba una estupenda mamada con la que me corrí. Después Javier me cogió y me sentó encima de su miembro y levantando un poco mi trasero le dije a XXX que la metiese también. Los dos se volvieron locos, saltaban queriéndome partir en dos y yo les pedía mas y más hasta que llegó mi máximo placer cuando sentí la explosión de fluido de los dos miembros dentro de mí. Te vuelvo a repetir que no entiendo cómo se me cae la baba con las mujeres, todas tienen algo bonito y nunca miro a los hombres aun habiendo sentido el placer descrito con ellos. Con esto ya sabes todo lo referente a sexo de mí, creo que, conociéndome, estarás sorprendido con estas confesiones y confío que siga siendo completamente anónimo para todos los demás. Espero que mi experiencia le sirva a tu amigo y no dejo de aconsejarle que se lance, que como dice el refrán "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Si hoy disfrutas de tu acción, mañana volverás a repetirla". Yo, si se presenta una nueva ocasión, desde luego que me dé absoluta discreción y seguridad, la aprovecharé.

Anita, mi vecina preferida. Parte 2


Aquí tienes Manolin

Gracias Anita.

Le di un gran trago y le dije:

Te quedo riquísima

Ella también le dio un sorbo a su copa y volteo a ver su computadora.

¿Ya quedo?

Si, si quieres revísala, mientras paso al baño.

Ok

En ese momento deposite el bikini en donde lo había encontrado no sin antes darle la ultima olfateada y saboreada. Posteriormente me limpie el miembro que la tenia empapada de la excitación que me había producido aquella minúscula prenda femenina. Cuando tire el papel higiénico en el cesto de la basura... ¡ho sorpresa!.... un pantiprotector en el bote de basura, lo tome y repetí la misma operación que con el bikini, a diferencia del bikini este tenia un olor y sabor mas fuerte, lo que ocasiono que otra vez se me endureciera el miembro, después de unos segundos me dije –¡pinché Manuel estas enfermo!- volví a depositar el pantiprotector en la basura y salí al estudio nuevamente.

Cuando entre ella ya estaba otra vez viendo pornografía en Internet, a lo que con naturalidad le dije:

Ya deja de estar viendo eso, nada mas te atormentas, no esta tu marido para que te atienda.

Ella soltó una risita picarona y me dijo:

Si verdad, ya lo extraño y eso que apenas tiene un mes fuera, todavía faltan 2 para que regrese.

Pues nada mas imagínate tres meses fuera y te pones a ver pornografía... te vas a volver loca mujer.

Tienes razón.

Se quedo un momento callada pensando como hacer o formular una pregunta.

Oye manolo –en un tono mas serio-.

¿Cada cuando tienes relaciones con Paty?

Me saco un poco de onda su pregunta, pero la intención que llevaba era mas de pedirme un consejo a que buscara algo conmigo.

Paty y yo tenemos relaciones a veces cada tercer día, en contadas ocasiones una vez por semana.....¿ por que?

Es que fíjate que con Alex pasan hasta tres semanas y no tenemos ningún acercamiento sexual.

¿Tanto? –pregunte asombrado-

Te lo juro, y lo peor de todo es que ahora que entro frecuentemente a Internet he leído que hay mujeres multiorgasmicas, y hablan del orgasmo como una cosa súper deliciosa..... y la verdad es que cuando tengo relaciones con Alex hay una sensación de placer y no se, si eso es un orgasmo..... el caso es que quedo con muchas ganas de seguir pero cuando Alex termina, me da un beso y se voltea para dormir.

¡Hay Anita! lo que pienso, por lo que me dices, es que nunca has tenido un orgasmo.

¿Tu arees?

En esos momento una idea cruzo por mi mente, Anita sin su marido, jamás a tenido un orgasmo, mi esposa no esta en la casa y además mi vecinita es un bombón. Tengo que hacer mi mejor esfuerzo y con un poco de suerte me tiro a mi bella Anita.

Fíjate que cuando tengo relaciones con paty ella llega a tener hasta 4 orgasmos los cuales son bastantes visibles, por que empieza gemir y en ocasiones a gritar y su cuerpo se arquea y me abraza con mas fuerza, si tu no sientes eso, quiere decir que no has tenido un orgasmo.

¡Hay manolo! pues no se que hacer.

Y se quedo totalmente callada hasta que intervine:

¿Nunca has tratado de halarte?

No, ¿como crees eso?

Lo que pasa es que si haces el intento de halarte podrías experimentar un orgasmo y si tu marido no es capas de llevarte al mismo, debes hablarlo

¡Manolo, Manolo! no conoces a Alex, es muy egoísta.

Bueno, trata de halarte si quieres te digo como, es muy fácil.

Me mira como indecisa y me dice:

No se

Si mira es muy fácil, primero acaricias tus senos, tu misma vas a sentir el placer que te dan los senos e incluso puedes pellizcarlos suavemente. Después empiezas a acariciar tu sexo y con los dedos empiezas a frotar tus labios mayores y después tu clítoris, si quieres puedes mojar uno de tus dedos con tu saliva y te lo introduces y donde sientas mas rico empiezas a frotar con moviéndoos suaves de adentro hacia fuera.

Mientras le platicaba como halarse note cierta mirada lasciva lo cual me éxito al grado de provocar una erección.

No se, me da pena conmigo misma.

Cuando dijo eso volteo a ver mi entre pierna y como traía pantalón deportivo no se pudo ocultar el tremendo bulto que ya se asomaba. Se quedo mirando por 2 o 3 segundos y volteo la mirada hacia mi y después hacia la computadora. Se quedo pensativa un instante y me dijo:

Manolo... tu me dijiste que el tamaño de tu miembro era de tamaño regular.

Si, -conteste bastante excitado- ¿por qué?

Lo que pasa es que Alex tiene su miembro bastante pequeño y te quisiera preguntar si.....-titubeo-

¿Preguntar que? -sin que se notara mi impaciencia-

¿Me podrías enseñar tu miembro? es que quiero conocer uno mas grande, para hacer una comparación, pero lo quiero conocer en vivo.

En ese momento dije para mis adentros ... Anita te voy a dar la mejor cogida de tu vida.

Bueno, pero si me gustaría aclarar algo.

¿Dime?

Tu eres casada y yo también, espero que esto no salga de aquí ¿de acuerdo?

¡Es un trato!

Cuando me dijo que el trato estaba hecho casi brinco de alegría al saber que ese biscochito no tardaría mucho en ser mío. Acto seguido me acerque un poco mas a ella y empecé a desabrochar mi pantalón, ella miraba con atención y por lo mismo me hice un poco del rogar tardándome en desabrochar mi pantalón, ya que había desabrochado por completo lo deje caer hasta las rodillas y observaba como se quedaba pasmada viendo hacia mi entrepierna el bulto que estaba reprimido por mi bóxer, debo reconocer que ya se me había bajado lo hinchado de el miembro, pero de todas formas seguía hipnotizada por el miembro mas grande a lo que ella estaba acostumbrada.

Lentamente empecé a bajar mi bóxer, y poco a poco fue saliendo la bestia que tenia entre mis piernas y como iba saliendo el falo, note que quería acercarse mas para verlo mejor, aproveche para acercarme mas y dejar mi miembro completamente libre, cuando mi miembro estubo en libertad quedo pasmada y me dijo:

¡Es muy grande!

La vio por todos sus ángulos pero sin tocarla, la vi indecisa y le comente:

¿quieres tocarla?

A lo que ella respondió bastante animada:

¿Puedo?

¡Claro que puedes! –me acerque un poco mas- ¡tómala!

Acerco su mano derecha un poco temblorosa y al principio la tomo con inseguridad, pero poco a poco fue tomando confianza. Claro que cuando sentí el primer contracto mi miembro empezó a tomara fuerza y en su mano sintió como crecía.

Cuando tomo su máximo tamaño se veía en su rostro una dejo de alegría, como si fuera una niña con su muñeca nueva y fue cuando le dije:

¿Por qué no me halas?

Me volteo a ver con una mirada perdida y a la vez lasciva y empezó a hacerme una chaqueta. Yo me empezaba a retorcer de placer y Anita ya estaba con la excitación al punto máximo.

¿Me la saboreas?

Con la cabeza asintió e inmediatamente se dirigió ese pedazo de carne a la boca, empezó con un lengüetazo en mi cabecita que hizo que casi perdiera el equilibrio a causa de la sensación, ya que me encontraba de pie. Después empezó a pasar su lengua por todo el entorno de mi falo, hasta que finalmente se la introdujo en la boca. Una sensación de placer se apodero de todo mi cuerpo, sentir esa boca tibia, húmeda y deseosa de placer, llegue pensar que provocaria una pronta eyaculación de mi parte.

Levántate, quiero acariciar tu raja que ha de estar bien jugosa.

Se puso de pie y comencé a besarla en la boca y en el cuello mientras mi mano derecha acaricia uno de sus senos y la izquierda tocaban esas nalgas que como lo había imaginado todo era firmeza. Empecé a levantar su vestido para llegar hasta sus bragas las cuales eran de hilo dental, esta bella prenda me hizo soltar un suspiro de excitación mientras ella jugueteaba con mi miembro.

¡Ooooooh, Manolo, Manolo! quiero que me cojas y que me metas ese miembrote y me desgarres las entrañas.

En ese momento casi le arranque el vestido, le desabroche el sostén con mucha facilidad y empecé a bajar la tanga que traía. A su ves ella me quito la sudadera que traía para después arrancarme la playera hasta quedar totalmente desnudos, en ese momento la avente al sillón y me esperaba como si ya la fuera introducir, en esos momentos me hinque, empecé a acercar mi rostro a ese monte de venus para finalmente llegar a mamarle esa rajita que ya estaba escurriendo los exquisitos y aromáticos líquidos corporales. Cuando introduje mi lengua por su cocoy inmediatamente después empezó a decir:

¡Sigue Manolo!, ¡no pares por favor!, ¡sigue!, ¡que rico!, ¡no te detengas! ¡sigue!

Me separe un poco para tomar aire y vi un hermoso trasero, chiquito, respingón y pálido, ni tardo me acerque a saborearle ese delicioso ojete, mientras con un dedo se lo introducía en su rajita, mi lengua recorrio todo su ano y empecé a tratar de introducir mi lengua traviesa en ese pequeño orificio que despedía un olor delicioso.

¡Manuel ya cojéeme! ¡no puedo mas quiero que me la metas ya por favor!

Me levante para hacer lo que prácticamente me estaba suplicando, cuando estaba de pie Anita volteo hacia mi miembro de la cual salía un liquido baboso y transparente y como un imán se pego para devorarlo y no dejar escapar un sola gota. Empezó a mamar de una manera desenfrenada, yo ya estaba a punto de venirme, por tal motivo me separe de ella, casi, casi le arranque de sus labios mi miembro, no quería soltarla, se aferraba a ella como si de ello dependiera su vida.

Abre la piernas que ya te la voy a hundir

Si hazlo ya, por favor

Se coloco en posición para introducirla, levanto su piernas y las separo, yo me incline, puse en dirección mi falo con la ayuda de mi mano y de un solo golpe entro toda la estaca, nada mas sentí como se erizo su cuerpo y clavo sus uñas en mi espalda.

Mhhhhhhhhh, ¡Manuel que rico!

No le di tiempo de decir nada, inmediatamente empecé a hacer movimientos rápidos y bruscos, nada mas se podía escuchar en la habitación su gemidos y el sonido que hacia cuando chocaban mis muslos en sus nalgas. Así estuvimos cerca de 5 minutos, cuando ella empezó a balbucear:

¡Sigue Manuelito, sigue, mas, siento algo que se acerca, creo que es mi primer mmmhhhhhhhhhhhhhhhh, hooooooooo, si, que rico sigue por favor!

Anita estaba experimentando su primer orgasmo, nada mas se sentía su cuerpo vibrar, como si recibiera una descarga eléctrica. Yo seguía bombeando, pero no podía dejar pasar la oportunidad de cogerme ese rico trasero y le dije:

Ahora te quiero coger por tu ano, voltéate –con tono autoritario-

Si amor lo que tu me digas.

Se coloco de rodillas en el piso y recargo su cuerpo en el sillón, yo me acomode atrás de ella y le di una ultima mamada en el ano.

Ya mátemelo por favor, ya quiero sentirlo

Antes de separarme de le di un beso en su agujero y proseguí a enfilar mi estaca en ese diminuto orificio, empecé a empujar suavemente, procurando no lastimarla. Ya estaba adentro la cabeza de mi falo cuando me dijo :

Metemela de un solo golpe por favor. –con un tono de desesperación-

Es que si te la clavo de golpe te voy a lastimar.

No termine de decir la ultima frase cuando ella se impulso hacia atrás y literalmente se clavo en mi mazo, en ese momento se escucho un grito desgarrador.

Aaaaaggggggggg, me duele

Te lo dije

Ya entro toda ¿verdad?

A lo que respondí:

Mi reina casi se te meten hasta los huevos

Empecé a moverme despacio y lo que al principio fue dolor se convirtió gradualmente en placer. No paraba de gemir y los movimientos cada ves eran mas rápidos.

¿Manuelito donde has estado toda mi vida?

Anita desde que te vi por primera vez, siempre quise cogerte de esta forma

Pues soy toda tuya papito, puedes hacermelo cuando quieras.

Nuevamente empezó a gemir y a acelerar sus movimientos, eso indicaba que ya se acercaba al siguiente orgasmo.

¡Sigue Manuelito, que ya estoy llegando al siguiente, sigue por favor!

Ojala y podamos venirnos juntos yo también estoy a punto de venirme.

De pronto escucho un gemido de grandes dimensiones, Anita estaba teniendo su segundo orgasmo.

¡mmmhhhhhhhhhhhhhhhh, hooooooooo si que rico mmmhhhhhhhhhhhhhhhh!

¿Ya te veniste verdad? cualquiera, ¿por que no me esperaste?

No te preocupes corazón.... ¿te gustaría venirte en mi boca?

Fue algo que no me esperaba pero acepte gustoso. Empiezo a sacar lentamente mi miembro de su trasero, pero oh sorpresa... mi miembro tenia residuos de mierda.

¡Ahora si que me cagaste el palo!

Ella se volteo y se sentó en el sillón y a su vez dijo:

No te preocupes Manuelito te lo voy a dejar como si estuviera nuevo.

Y empezó a mamar sin ningún tipo de asco. A mi en lo personal si me dio un poco de asco pero cuándo empezó a lamer mi fierro candente, el nivel de mi excitación llego limites nunca antes alcanzados. No tardaría mucho en venirme.

Sigue, sigue , que ya mero.

Empecé a sentir como una sensación de bienestar y placer corría por toda mi columna vertebral. El orgasmo se avecinaba.

Ya, ya , siiiiiiiiiii, mhhhhhhhhhh.

Anita como una profesional inmediatamente metió mi miembro en su boca para no dejar escapar una sola gota de leche, yo sentí como si hubiese eyaculado litros de ese fértil liquido. Anita nada mas tragaba pero no dejaba de mover sus labios sobre mi miembro, como si quisiera exprimirme la ultima gota...

Anita, mi vecina preferida. Parte 1


Lo que les voy a contar sucedió aproximadamente hace 2 años cuando mi esposa y yo ahorramos lo suficiente para poder comprar una casa.

Todo sucedió en julio del 98 cuando mi esposa y yo fuimos a recoger las llaves de nuestro nuevo hogar, un fraccionamiento recién inaugurado, alejado de la ciudad con grandes áreas verdes, sin contaminación, donde únicamente se respiraba tranquilidad.

Mi esposa de 29 años y yo de 30 decidimos que antes de ocuparla debíamos acondicionarla a nuestro gusto. Para esto acordamos ir el fin de semana para checar y hacer una lista de lo que debíamos comprar y hacer algunos cambios con la finalidad de vivir lo mas cómodo posible en nuestro nuevo nidito de amor.

Llegamos un sábado en la mañana y ya algunos vecinos ya estaban en sus jardines, unos cortando el pasto, otros lavando su coche, otros instalando sus antenas de televisión, en fin, un sábado normal para todos. pero conforme me acercaba a nuestra casa divise una silueta femenina que arreglaba sus flores en el patio contiguo a mi casa. Estaba en cuclillas y no podía ver como era físicamente, cuando nos estacionamos y nos disponíamos a bajar del auto se levanto para saludar a sus nuevos vecinos.

¡Hola! que tal, ¿ustedes son los nuevos vecinos que compraron esta casa?

-¡hola que tal buenos días! si, acabamos de comprarla y venimos a traer algunas cosas y tomar medidas para hacer las cortinas. –conteste-

Mi nombre es Manuel, ella es Paty, mi esposa.

mucho gusto mi nombre es Ana Lidia y también nos acabamos de cambiar la semana pasada.

Mientras sé llevaba esta conversación protocolaria yo ya estaba admirando todo ese monumento de mujer, traía puesto short blanco un tanto holgado, pero se apreciaba perfectamente bien unas piernas torneadas, una camiseta que al parecer era de su esposo ya que le quedaba bastante grande, pero aun así no podía esconder esos melones, no muy grandes pero si bastante firmes, un rostro de niña bonita a pesar de ser de unos 28 años, su cabello negro hasta los hombros y su tono de piel color canela que hacían combinación con sus ojos verdes.

En esos momentos se abre la puerta de la vecina y sale un señor de unos 35 años.

¡Mira Alejandro! ellos son nuestros nuevos vecinos.

Una persona bastante seria, para mi gusto bastante aburrida y por supuesto que en esos momentos me los imagine haciendo el amor y tratando de visualizar a Anita desnuda.

Paso un mes después de este encuentro y decidimos mudarnos a nuestra nueva casa, por mas que me asome constantemente por la ventana no pude V a mi vecinita en todo el fin de semana.

El lunes siguiente salí al trabajo una hora mas temprano para ver exactamente cuanto tiempo hacia de mi nueva casa a la oficina, pero al salir me asome al jardín de Anita y ya no estaban su auto. con una mueca de disgusto me fui al trabajo.

Ese día era el cumpleaños de mi esposa y solicite un permiso para salir mas temprano del trabajo y pasar a comprar un pequeño pastel y una flores. cuando llegue a casa, cual fue mi sorpresa que mi esposa estaba platicando con Anita y su esposo Alejandro a la puerta de mi casa.

¡buenas tardes! ¿como estan?

Le di un beso a mi esposa y cuando le di la mano a Anita para saludarla me jalo hacia ella y me dio un beso en la mejilla.

¿cómo estas anita?

bien Manuel ¿y tu?

Me volteo hacia Alejandro y le extiendo la mano

Alex, como estas

Y le di la mano para saludarlo.

Por que no pasan a la casa, les invitamos un café y un pedazo de pastel, es que hoy es el cumpleaños de Paty.

En serio paty por que no nos dijiste.

Mi esposa esbozo una sonrisa y dijo:

Pasen están en su casa.

Todo transcurrió normal en casa, Anita se sentó en un sillón junto a su marido, yo me senté enfrente de los dos platicando boberías mientras mi esposa preparaba algunos bocadillos.

Anita llevaba un conjunto de vestir, la falda no era muy provocativa pero dejaba ver sus hermosas piernas, que las volteaba a ver cuando su esposo no me veía. Cuando de pronto suena un teléfono celular y se levanta su Alejandro y se dirige hacia el recibidor para contestar una llamada a la cual me imagino que no quería que escuchara su esposa o yo.

Me quede platicando con Anita y cuando podía trataba de ver su escote que no era pronunciado pero si muy sugerente.

Durante tres meses hicimos una buena amistad y salíamos en ocasiones juntos a comer, al cine o tomar una copa, lo cual me hacia pensar cada ves mas en ella, e incluso imaginarme que le estaba haciendo el amor, cuando en realidad se lo estaba haciendo a mi esposa.

Toda esta situación era una tortura para mi ya que por ser vecinos, ella casada y amiga de mi esposa era imposible intentar hacer algo para llevármela a la cama. Por tal motivo opte por verla como una fantasía y así tranquilizarme mas.

En un bar del centro de la ciudad decidimos reunirnos y cenar con los vecinos, Alejandro comento que tenia que hacer un viaje de negocios a Brasil y que se tenia que ausentar por 3 meses y nos pidió a paty mi esposa y a mi que si por favor podríamos auxiliar a la bella Anita en lo que se le pudiera ofrecer. Pidió compañía y distracción para Anita y así tratar de mitigar un poco la soledad que estaba próxima a ocurrir.

Claro que si, conteste rápidamente

No te preocupes, nosotros no encargamos de que no se aburra en tu ausencia. -contesto mi esposa-

Continuamos platicando sobre los motivos de su viaje y cerca de las 2 de la mañana nos retiramos a nuestras respectivas casas.

El domingo siguiente, a eso de las 7 de la noche tocaron el timbre de la casa, estaba acostado viendo televisión y mi esposa grito:

Manuel baja que Alejandro quiere hablar contigo.

Mas por cortesía que por ganas baje a ver que se le ofrecía a Alejandro.

¿Que paso Alex como estas?

Bien Manuel, fíjate que compre una computadora para poder comunicarme desde Brasil con mi esposa, aunque se por chat, pero no se como conectarla, quería ver si tu me puedes ayudar.

Con tal de ver a mi bella Anita era capaz de hace lo que me pidieran y acepte gustoso.

Claro que si Alex, espérame a que me ponga unos tenis y en un momento vamos.

Cuando entre al despacho donde querían poner la computadora lo primero que pude ver fue un hermoso par de nalgas. Era Anita que en esos momentos se encontraba en cuatro patas limpiando residuos de unicel que cayeron en la alfombra en el momento que desempacaron la computadora.

¿Que haces Anita? -pregunte sin dejar de ver esas ricas y suculentas nalgas.-

Nada manolo limpiado estas basuritas que cayeron de la caja.

Atrás de mi entro Alejandro y me dijo:

Como la ves, esta bonita la computadora no.

Si la verdad esta muy bonita. -me refería a su esposa-

La instalación fue realmente rápida, así que me ofrecí dejarle el Internet listo para utilizarlo. Ya conectado empezamos a navegar por la red y explicándole a Ana como podría ser mas fácil buscar alguna información que necesitara. Alejandro se levanto del sillón en el que estaba sentado y comento:

Los dejo un momento, voy a preparar algunas cosas que me hacen falta para el viaje.

Alejandro tenia que partir al día siguiente, su vuelo salía a las 10 de la mañana y por ser vuelo internacional debía estar 2 horas antes en el aeropuerto el cual estaba a una hora y media de donde vivíamos.

Claro Alex no te preocupes.

Yo me quede con Ana y continué explicando el funcionamiento de la computadora para Internet. Me hizo varias preguntas que en lo personal se me hacían demasiado inocentes, pero era lógico, muy pocas veces había entrado al Internet. Seguimos con esta breve clase hasta que entramos a latín chat y empecé a explicarle como abrir salas privadas para cuando quisiera platicar con Alex. pero cuando entramaos a la pagina principal, aparecieron distintos tipos de salas para chatear y una específicamente llamo la atención de Ana. xxx era el titulo de la sala de charla y me pregunto con mucha curiosidad y morbo:

¿Oye Manolo en esta sala xxx que es lo que hay?

Pues mira, en esta sala se puede tener sexo virtual. –respondí-

Me volteo a ver con una cara de asombro y de picardía.

No entiendo, que es sexo virtual.

Mira, es mas fácil que entremos y lo veas por ti misma.

¿Que nombre quieres que te ponga?

Se quedo pensativa por unos momentos y respondió.

Ana.

Solté una sonrisa picara, lo cual llamo la atención de Anita y me pregunto:

¿De que te ríes?

Lo que pasa es que cuando pones un nombre femenino te van a llover los galanes.

Ya que entramos a la sala de charla inmediatamente empezaron a llegar saludos y en otras ocasiones proposiciones sexuales. Un poco sorprendida y no se si excitada, empezó a contestar a las personas que fueron mas educadas. Así permanecimos un rato hasta que una persona del chat mando una dirección de fotos porno y me pregunto para que servia. Cuando le conteste que contenía fotos porno y que si le daba un clic en la dirección, automáticamente la mandaba a esa pagina. Hagan de cuenta que le hubiera dicho que en esa pagina regalaban dinero. Inmediatamente le dio un clic en la dirección y llego a la pagina de sexo diario, donde aparecía un listado de fotos pequeñas bastante excitantes. En ese momento volteé a verle la cara, ya que yo sentía mas pena de estar viendo pornografía con ella, pero Ana estaba fascinada de lo que esta viendo, enseguida volteo a verme con una cara de excitación y traviesa y me dijo:

Que no vaya a venir Alex, por que si me ve viendo esto si se encabrona.

Fue la primera vez que oí salir una grosería de su boca y ya con un poco mas de confianza le dije que yo conocía algunas paginas pornos que a lo mejor le interesaban, a lo que ella respondió con entusiasmo:

Órale vamos a verlas.

Empecé a escribir la pagina en la barra de navegación cuando me di cuenta que ya tenia una erección por la situación que estaba pasando. Ya que entre a la pagina había distintas categorías, una de ellas decía "bien dotados".

Inmediatamente le di un clic a esa categoría y salieron 15 fotos aproximadamente de hombres con unas vergotas inmensas. Ana estaba atónita viendo tanta variedad de miembros, mientras la mía ya se reflejaba en mi shorts, tenia un bulto gigantesco que me había provocado el estar viendo pornografía con mi vecinita. habia la foto de un muchacho que no la tenia tan grande, de hecho la tenia mas o menos de mi tamaño a diferencia de que este modelo era mucho mas estético que yo y me atreví hacer un comentario:

Mmmm este no la tiene tan grande, ahí nos vamos el y yo.

En ese momento me volteo a ver con una cara de asombro y me dijo:

¡Como crees! ¿en serio?

¡Te lo juro, no es tan grande!

Me miro a los ojos y con admiración me dijo:

Yo creo que es inmensa.

En ese momento me imagen que Alex era de un miembro demasiado pequeño. El tamaño de el miembro que tenia el muchacho de la fotografía no excedía de 17 o 18 cm. y le comente a Ana:

Lo que pasa que ese es el tamaño estándar, ¿no lo sabias?

Se quedo mirando al monitor como si estuviera a punto de decir algo que pondría en evidencia a Alejandro, a lo cual me adelante y le dije afirmando:

Alex la tiene chiquita. -y solté una carcajada-

Anita se ruborizo y se empezó a reír.

Bueno si, si es de miembro pequeño, pero jamás pensé que hubiera tamaños como este – y señalo un tipo con un miembro que le llegaba casi a la rodilla-

Cuándo me dijo eso miro hacia mi miembro que como ya les había dicho la tenia a punto reventar. Automáticamente se volteo hacia el monitor y empezó a titubear.

Bueno tengo que ayudarle a Alejandro a empacar.

En esos momentos se me caía la cara de vergüenza y le comente que me tenia que retirar ya que mañana había que trabajar.

Al día siguiente Alex se marcho a Brasil dejando sola a mi amada y bella Anita, que por cierto no podía mirarla a los ojos después de lo que había pasado un día anterior. Ella también tenia un poco de vergüenza, por el trato tan frecuente que tuvimos los dos matrimonios me di cuenta que era una persona chapada a la antigua que la única experiencia sexual que tuvo, fue con su esposo.

Asi transcurrieron algunas semanas y aquella situación embarazosa quedo en el olvido, tratándonos como si nada hubiese pasado.

Un viernes estando en mi oficina recibí una llamada de mi esposa diciéndome que se tenia que ir a Querétaro ya que sus padres viven ahí y que mi suegro había sufrido un accidente, se había luxado un tobillo y su mama no odia cuidarlo como lo especifico el doctor, también me pidió que si la podía recoger en la centra de autobuses el domingo en la noche, a lo que conteste que no se preocupara, que se fuera con sus papas y que yo me las podía arreglar solo dos días.

Ese mismo día en la tarde cuando regresaba del trabajo, baje del auto y me disponía a entrar a mi casa cuando de repente oigo mi nombre.

Manolo

Era Anita que se asomaba por una ventana de su casa.

¿Que paso Anita?

Ahorita que puedas vienes, es que se me trabo la computadora, no se que le hice y ya no responde ninguna tecla y no se como arreglarla.

Si, no te preocupes, me cambio y voy para allá.

En ese momento me imagine muchas cosas que podrían pasar, me imaginaba que por fin podría poseer a Anita, por fin podría conocer esos finos melones, esas lindas nalguitas y suculenta panocha, pero la realidad me volvió a aterrizar, es imposible que yo pueda tener algún acercamiento de ese tipo, ella es una persona casada, que ama a su marido y que jamás a experimentado relaciones con otro hombre que no fuera el ausente Alejandro.

Entre a mi casa mi quite el traje y me disponía a ponerme unos pants cundo me ataco otra vez la duda y decidí darme un baño. Es muy posible que no pase nada pero.....¿y si pasa?, mejor estar preparado para cualquier situación.

Saliendo del a ducha me puse lo normal, desodorante, talco en los huevos para no transpirar, talco en los pies y no podía faltar casi un litro de loción. Parecía un jovenzuelo en su primera cita.

Después de tocar su timbre aproveche el reflejo de su ventana principal para que todo estuviera en orden, bien peinado, limpio, revise mi aliento..... ok, estoy listo.

Después de tocar el timbre se oye una voz del interior de la casa de mi amada.

-Ahí voy...un momento.

Pasaron unos 20 segundo y por fin la puerta se abrió.

¡Hola manolo!.

¡Hola Anita! ¿como estas?

¡Hay que guapo y que bonito hueles!

Obviamente ruborizado conteste.

Lo que pasa es que esta semana estuvo muy pesada y no hay como un buen baño para relajarse.

Pásale, ha por cierto ¿como esta tu suegro? -pregunto mientras me ofrecía el paso- Paty me comento que se había lastimado un pie y que se tenia que ir el fin de semana a Querétaro.

Si, ¿tu crees? se lastimo un pie, pero afortunadamente no es nada grave.

Mientras nos dirigíamos al estudio donde se encontraba la computadora continuábamos platicando.

¿Y que le paso a tu computadora?

No se, de repente se trabo y no se como destrabarla.

Ahorita la revisamos, no te preocupes.

¿No quieres un cafecito o una copita? para que te relajes.

Bueno, te acepto la copita

Ok yo la preparo y mientras por que no vas checando la computadora.

Vale .

Ella se dirigió al bar y yo subí al estudio. Ya en el estudio empecé a revisar la computadora y lo único que hice fue reiniciarla y mientras esto sucedía Anita me grito desde la planta baja.

Manolo

¿Que paso?

Oye, no tengo refresco para tu copa, voy por el refresco y unos hielos al OXO que esta en la entrada del fraccionamiento.

No te molestes, mejor déjalo y te acepto un cafecito.

No, hombre como crees, ahorita vengo, no me tardo.

Bueno, como quieras.... gracias.

A los 2 minutos de que salió al súper a comprar el refresco y los hielos, su computadora ya estaba lista y decidí meterrme a Internet, ya que estaba abierto empecé a revisar el historial y la muñequita se la había pasado no se cuanto tiempo viendo pornografía, cabe señalar que la mayoría eran unas paginas bastantes depravadas, lo cual me empezó a excitar y por mi mente cruzo la idea de ir a husmear a su recamara. Ya en su recamara empecé a buscar en los cajones de la cómoda el lugar en donde guardaba su ropa intima hasta que di con ese tesoro.

Tenia amplia variedad de lencería bastante cachonda, como 8 o10 tanguitas de hilo dental, con encajes, unos sostenes diminutos, y un par de conjuntos de noche que apunto estuve de halarme con ellos. Las tangas me las lleve a la nariz tratando de rescatar algún olor a sexo, pero el intento fue en vano ya que todas las prendas olían a suavizante de ropa. Posteriormente me metí al baño buscando algún deposito de ropa sucia y encontrar la prenda buscada.

Había una canasta tejida de mimbre y al abrirla ahí estaba..... un bikini hecho bolita... cuando lo extendí y busque la zona en donde el calzón hacia contacto con su rajita, había una mancha pequeña de orina, sin pensarlo me lo lleve a la nariz y aspire profundamente... que olor tan agradable, una mezcla de orines con sexo, exquisito, no tardo mi reacción cuando ya tenia otra vez bien parado mi miembro. Después empecé a pasar mi lengua por la misma zona y había un sabor muy ligero a sexo, en ese momento me baje el pantalón y me disponía a halarme cuando oigo la puerta de entrada.

Manolo, ya vine

Haa ok.

En ese momento me subí los pantalones y no se por que pero me guarde en la bolsa del pantalón su bikini. Posteriormente fui directo al estudio y me senté frente a la computadora y me metí a una pagina de MTV para que cuando subiera no sospechara nada.

Cuando subió con mi copa y la de ella me remordió la conciencia y pensé... ¿que estoy haciendo? tengo que ir nuevamente al baño y dejar el bikini en donde lo encontré.

continuara....

En 2 horas se publicara Anita, mi vecina preferida parte 2.

Totalmete por atras.


Era verano y en la calle hacia un calor de mil demonios, ella y yo estábamos tirados desnudos encima de la cama. Durante tres años fue mi novia y ahora después de dos sin estar juntos, volvíamos a intentarlo. Me encantaba el sexo con ella, los dos habíamos perdido la virginidad juntos antaño y eso hacia que siempre fuese especial, lleno de ternura y cariño, aunque fallásemos como animales.

Habíamos intentado varias veces practicar el sexo anal con introducida, pero solo conseguíamos que mi miembro entrara un poquito en su trasero, ya que con facilidad le producía dolor. El problema estaba en el bello que rodeaba su ano, así que decidimos afeitarlo y probar suerte...

Me coloque tras su espalda y sentándome en el suelo de la bañera, separe sus muslos y la indique que se incorporara hacia delante. Cuando su trasero quedo totalmente erguido, pude intuir su ano y su cocoy completamente. Su sexo, muy poblado de bello púbico, se mezclaba con el pelo que alrededor de la roseta de su ano, se entrelazaba. Todo su sexo, de bello negro, mostraba un brillo especial, fruto del flujo del cocoy que desde su cocoy hasta su ano, todo le humedecía y dotaba de un intenso olor a sudor y sexo que deseaba lamer.

Abrí el grifo y un cálido chorro de agua cayó por toda su espalda, arremolinándose en sus glúteos y peinando el espeso pelo de su sexo. Acerque lentamente la cuchilla y con firmeza, comencé a rasurar los labios mayores... pasando por su perineo, afeite alrededor de la roseta de su ano, aquel bello, que imposibilitaba el tener una buena experiencia anal.

Cuando pude ver todo su sexo rasurado, de labios abultados y enrojecidos; su ano, de color más oscuro y tamaño pequeño, sentí como mi miembro se ponía dura por momentos y me entraron unas ganas enormes de saborear y lamer todo aquello. Pero no lo hice, ya que el constante agua de la ducha, no me dejaría saborear ni el olor ni el sabor de su sexo. Además, ella deseaba poner a prueba su ano de otra manera...

Sentado sobre el sillón, separe las piernas y ella de rodillas a mis pies, comenzó a besar mi miembro. Me miraba con ojos de niña mala, mientras su lengua se enroscaba alrededor de mi capullo y el calor de su saliva me quemaba.

Tenia 23 años, su pelo castaño y liso, caía suavemente sobre sus hombros. Sus caderas daban lugar a un hermoso trasero redondo y terso, que yo intentaba azotar con mis manos. Mientras tanto, acariciaba sus pequeños pechos, apretando con suavidad, sus finos y erectos pezones. Cada vez que me incorporaba en el sillón para azotar y arañar su trasero, su boca se introducía casi por completo en mi miembro y podía sentir como la agarraba con firmeza entre sus labios. Ella hubiera seguido hasta el final y hubiera dejado que mi fluido cayese dentro de su boca, ya que eso la excitaba mucho, pero esta vez, quería sentir como mi fluido se depositaba en otro sitio...

Escupió entre sus dedos y se untó la saliva sobre su ano recién afeitado. Acerco su trasero a mi miembro y cogiéndola entre sus dedos, lentamente se fue sentando. Su ano se dilató en principio con facilidad, pues estaba sobradamente acostumbrado a ser introducido por objetos de pequeño grosor. Pero pronto le costo dilatarlo más y sus piernas empezaron a flojear. Sosteniéndola por la cintura con una mano, con la otra acaricié suavemente su húmedo cocoy. Gimió de pacer y al relajarse, mi miembro entro un poco más. Sentí como todo mi capullo se deslizó dentro de su ano forzando con suavidad las paredes de su esfínter.

Se quedo inmóvil un momento, asustada de tener aquello dentro de su trasero y me dijo tímidamente: "no estoy segura de que me entre todo tumiembro". Yo sabia que todo era esperar un momento y cuando la vi relajada, solté la mano que sujetaba su cintura y lentamente, ella cayó sobre mí. "Hummm... si... ohh... para que me cago", repitió varias veces, hasta que presa del deseo, se dejo llevar y evidentemente dejo que algo espeso y cálido se aplastara contra mi miembro. La conocía demasiado bien como para sentirme incomodo y sabia que aquella situación, lejos de avergonzarla, la excitaba de una manera especial. Ella deseaba tener todo mi miembro dentro de su hambriento trasero y no pensaba dejar de dilatar su ano, porque algo pudiese escaparse fuera.

Me recosté más aún y cogiendo sus piernas puse sus plantas de los pies sobre mis muslos, ahora, la introducida era de lo más profunda. Mi miembro entraba y salía sin salir del todo, pues de no ser a sí, se lo hubiera hecho encima de mí. Podía sentirlo todo contra mi miembro, lubricando mis profundas embestidas. Me excitaba aquella situación, y al contrario de lo que piensen otras personas, a mí me parecía muy natural.

Su cocoy, excitado como nunca, emanaba abundante flujo que caía por mi miembro hasta mis huevos. El olor a sudor de nuestros cuerpos se entremezclaba con el olor de su sexo y las heces que de mi miembro afloraban cada vez que la sacaba hasta el capullo.

Tubo un par de orgasmos antes de que yo sintiera que me corría dentro de su trasero.

Cuando mi fluido impacto en el fondo de su esfínter, gemimos los dos y quedamos exhaustos de placer, recostados el uno junto al otro.

"Quieres ducharte conmigo, preguntó...

Se levanto lentamente, conteniéndose, y mi miembro apareció llena de una curiosa crema marrón alrededor del capullo, desprendiendo un ligero olor a su trasero. Ella se sentó sobre el vater y delante de mí, sin cortarse un pelo, pude oír como dejó salir todo lo que había aguantado. Su cara de placer y alivio mientras me miraba, me excito y me dieron ganas de continuar disfrutando de aquella niña tan desvergonzada.

Una vez dentro de la ducha, le enjaboné el cuerpo y pasé mis dedos tímidamente por su aún dolorido y dilatado ano, sin duda le excitó, al juzgar por su cara. Ahora era el momento de lamérselo..., separando sus piernas y poniendo una de ellas sobre el grifo de la bañera, me dispuse a poner mi boca sobre su ojete.



Lo mire primero y pude ver que estaba enrojecido y mucho más dilatado que antes, apenas se mostraba terso y duro a mis labios, así que sin dudarlo, apreté la punta de mi lengua contra su trasero y esta entró fácilmente. Sus piernas temblaron y tubo que amarrarse con fuerza a la barra de la ducha para no caerse. Su ano se contraía al ritmo de mis envestidas, mi lengua entraba cada vez mas dentro y pronto sentí un leve sabor amargo. Me excito mucho mas, ya que lo hacia mas real y distinto a lamer un cocoy. Cuando sentí que ella misma se apretaba el clítoris con fuerza contra sus dedos, supe que era el momento y juntando mis labios, succioné de su trasero con fuerza he introduje mi lengua varios centímetros en su cálido ano. Por el agónico de su gemido final, supongo que tubo una experiencia inolvidable.