viernes, 2 de marzo de 2018

Historias de Javi


Las cuatro y cuarto de la madrugada de un frío sábado.

- ¡Ponme otra cerveza, anda! - Una cerveza para el caballero - dijo con una sonrisa amistosa -. Invitación de la casa.

Le devolvió media sonrisa, recogió el tercio de la barra, se acomodó en su taburete y volvió a recostarse sobre la pared. Con una fugaz mirada comprobó de nuevo la hora. "Esta es la última, me la bebo y me voy. Ya no creo que aparezca" pensó. Estaba en un local de esos con máquinas para conectarse a Internet, había gastado un dineral conectado a un chat durante dos horas, incluso había conocido a una chica, es más, después de una conversación con cierto tono picante había quedado allí mismo, en aquel garito en mitad de la noche madrileña del sábado. Pero ella no había aparecido. La estuvo esperando ansiosamente durante las últimas 3 cervezas y aún seguía haciéndolo. Otra vez su mirada encontró la esfera de su reloj. Las cuatro y veinte. "No. ¡Mierda! Mi gozo en un pozo. No ha venido."

Apenas quedaba hueco en su estómago para más alcohol, pero se aferraba a su Mahou como si le fuera la vida en ello. A esas alturas de la noche, poca gente quedaba en el bar. Ya había agotado todas las posibilidades de ligar con el personal que allí se encontraba. Volvió a echar un vistazo. Dos chicas al fondo de la barra. "¡Joder! ... Con tres tíos al lado. ¡Ostras! Allí está Tamara, no la había visto en toda la noche. ¡Qué buena está! Ya te pillaré un día de estos." Tamara le lanzó una sonrisa, justo en el momento en el que su novio volvía del baño. Detrás de la columna, su ex-novia. "Seguro que está disfrutando viéndome aquí tirado, borracho y sin plan, sabiendo que cuando la miro me la encuentro pegándose el palo con el tío ese." Y justo al lado suyo... "Un momento, un momento. Lleva un abrigo gris con una camisa blanca ajustada y el pelo de color caoba. ¡La leche! No me dijo que era cuarentona. ¡Mejor! Me gusta, me gusta."

En ese momento recordó el algoritmo de Bud y Weiser - Si ves a una tía, piensas que está buena y le pondrías un diez de nota, tendrás que aplicar la siguiente fórmula: Restar a la puntuación obtenida 0,75 puntos por cerveza consumida a partir de la cuarta y medio punto adicional por cada hora que pase de las tres. El resultado obtenido se refiere a la chica vista a las 5 de la tarde, con luz natural y sin maquillar. "Un diez, menos 3 por los ocho tercios, menos 0,5 porque son las cuatro y veinticinco.... ¡A la mierda! Esa tía está buena de verdad. Y muy buena."

Hola Teresa, vaya horitas. ¿Javi? Menos mal, he preguntado a un chico por ahí detrás y me ha mirado un poco mal. Ja ja. Bueno, ¿decepcionado? ¿Decepcionado? Me parece que todo lo contrario. Ja ja ja, vaya, me alegro. Por el chat me habías parecido mayor. Creo que no debería de haber venido. Casi podría ser tu madre. ¿Cuántos años tienes? No me mires como si fuera un yogurín, joder. Veinticuatro. Ja ja ja, seguro que esperabas que fuese una chica más joven. Es muy tarde ya, si quieres dejamos la copa que me has prometido para otro día, estoy muy cansada. Como tú veas, pero si quieres nos vamos a otro sitio con un poco más de ambiente. Y no te preocupes, que voy a seguir intentando ligar contigo, que estas de muy buen ver, ja ja ja. ¡Uyyyyy! Me parece que has bebido demasiado. Mira, vamos a tomarnos la copa aquí, porque yo vivo aquí al lado y no me apetece coger el coche a estas horas.

El camarero sirvió un gin tonic. Al rato otra cerveza y un poco más tarde una sucesión de chupitos variopintos que sabían más a colonia que a licor. Por fin parecía que la noche le sonreía. Lo estaba pasando bien con aquella mujer de la camisa blanca ajustada que transparentaba los encajes de su sujetador. "¡Vaya unos melones! ¡Tienen que caer esta noche como sea!" La conversación era divertida, los dos reían. Los pechos de ella, cuando se movía, rozaron un par de veces los brazos Javi. "¿Lo estará haciendo aposta? Más le vale porque me está calentando, y mucho"

Las seis menos cuarto.

Mira, a mi edad una ya sabe mucho de la vida y tú con veinticuatro no ves muchas cosas que yo sí veo. Ya claro. ¿Y qué es lo que ves? Ja ja ja. Pues por ejemplo que tienes unas ganas enormes de acostarte conmigo.

En ese momento se sintió acorralado. "¡Mierda! Pues sí, se nota bastante, pero ¡diablos! Déjame que lo intente, que ya tenía la táctica planeada. Ahora ya no sé como lanzarme."

¡Ehmmmm! ¡Joder!, me has roto los esquemas. ¿Qué se supone que tengo que decir ahora? Pues sí, ¿y qué? Es que estas muy pero que muy bien y me lo estoy pasando genial. Ja ja ja. Pero tú tranquilo, no te asustes. Además yo también quiero acostarme contigo. - dijo ella mientras daba el último sorbo a su copa.

Fue como en esos momentos en los que estas esperando en los coches de choque a que llegue tu turno para montarte, cuando suena la sirena y sales corriendo para coger el mejor coche.

Javi se levantó de su taburete y se plantó justo delante de Teresa, la agarró por la cintura y la besó. "Cómo me gusta como besa esta tía. Y como me gusta notar sus melones aplastados contra mí."

Estuvieron un buen rato besándose. Su ex-novia torció la cara. Ya no parecía disfrutar viéndole.

Es muy tarde ya, Javi. Deberíamos irnos ya, que quiero seguir viva mañana y estoy muy cansada. Pero mujer, vamos a tomarnos la penúltima. Estoy muy bien aquí contigo. Bueno, yo vivo aquí al lado. Si quieres te invito a una copa en mi casa. Pero sólo si te portas bien, ja ja ja. ¡Hecho!

Javi pagó, salieron del bar y caminaron unos trescientos metros hasta su casa; el tema parecía haberse enfriado un poco.

¿Qué quieres tomar corazón? Pues ya que va a ser la última, un Passport con Coca Cola. Aquí tienes, yo voy a por mi gin tonic y a ponerme algo más cómodo, que para eso estoy en casa.

Cuando volvió llevaba un camisón que no resaltaba nada su maravilloso cuerpo. "Ya te lo quitaré para ver bien eso que llevas ahí debajo." El Passport hizo su trabajo y Javi volvió a besarla. Los dos estaban sentados en el sofá del salón. Mientras se besaban se recostaron y Javi la besó en el cuello. Recorrió con su lengua la escotadura, el hombro y posó sus labios otra vez en su cuello para subir lentamente y acabar en el lóbulo de la oreja. Con la mano le acarició el pelo, retirándolo hacia atrás y permitiéndole así morder su pendiente y su lóbulo, introduciendo lentamente la lengua en la oreja. Ella oía muy de cerca como la respiración de Javi se aceleraba. Rodeó con el brazo su cadera, posando una mano sobre su trasero, apretando. La otra mano recogió un poco el camisón, acarició sus muslos. Con los dedos dibujó extrañas formas sobre su vientre. Volvió a besar su cuello y sus labios. Ambas lenguas se unieron en un húmedo y largo beso mientras su mano alcanzaba ya el contorno de su pecho, que acarició, mimó y agarró.

Era el momento de irse a la cama. Ella anduvo por el pasillo, mientras él la abrazaba por detrás apretándose contra sus nalgas, besando su hombro y acariciando su pecho. Deshicieron la cama y él le quitó el camisón, mientras ella estiraba los brazos hacia el techo para facilitarle la tarea. La tumbó boca abajo, se deshizo de su ropa y se tumbó encima de ella. Retiró el pelo hacia un lado y recorrió con la lengua su nuca. La besó en la mejilla y en la comisura de los labios y de nuevo se dirigió a su exquisita oreja. En aquel momento su erección ya era muy considerable y su miembro estaba encajada justo entre las nalgas de Teresa. En un desfile de besos, recorrió su espalda, masajeándola suavemente, acariciándola ligeramente con la lengua. Posó su mano izquierda sobre una de sus nalgas apretó suavemente y dirigió sus besos hacia la desatendida nalga derecha. Su otra mano seguía acariciando su espalda, su pelo, su nuca. Desplazó ligeramente sus dos cachetes y lamió la raya de su trasero, hasta llegar al ano, el cual besó y lamió, dejándolo completamente húmedo. Con su lengua, la introdujo y ella gimió, abrazándose con fuerza a la almohada. Y allí estaba, a escasos centímetros de su boca. Unos labios arrugados y grandes.... y húmedos. Los lamió de pasada para volver a besar su trasero. Ella se dio la vuelta. Ahora tenía delante de sí a un voluminoso clítoris y a unos labios carnosos y generosos. Los contorneó con la lengua, los estiró con su boca, los disfrutó y lo entrodujo en su cocoy. Y lamió desde su ano hasta el clítoris, que acorraló en su boca mientras lo aspiraba. No podía dejar de masajear sus melones mientras tanto.

La sesión de sexo oral continuó durante un rato. Teresa agarró a Javi del pelo, apretándole con fuerza hacia su húmedo cocoy. Él agarraba sus dos muslos con fuerza, separando sus piernas y encajando la cabeza en su entrepierna. En ese momento ya no podía más, tenía que introducirla. Volvió el desfile de besos, en sus muslos, en su vientre, en su ombligo, en el contorno de sus pechos, en los pezones, en el antebrazo, en su hombro, en su cuello, en su oreja y finalmente en su boca. La abrazó con fuerza apretando sus melones contra su pecho, dejando que la puntita de su miembro acariciase su clítoris. Lentamente, los labios se abrieron dejando paso a el miembro que quería entrar en ella. Poco a poco hasta el fondo, disfrutando de cada milímetro de la metida. Los huevos apretaban en su trasero y entonces volvía a salir lentamente para empezar otra vez, sin olvidarse nunca de aquella orejita de la que se había enamorado. Volvió a rodear su cintura, mientras la introducia. Con la otra mano, acarició su clítoris. A Teresa pareció que eso le ponía a cien por hora así que se dedicó a autosatisfacerse a conciencia, penetrándola una y otra vez.

Los dos estaban gozando. No podían parar de besarse, acariciarse, agarrarse. Sus gemidos quedaban ahogados en profundos besos.

No te pares ahora, corazón, me corro.

Javi aumentó la velocidad de sus embestidas y acarició su clítoris aún con más insistencia. Ella se gimió, apretó sus nalgas y se relajó. Él introdujo su estrechado cocoy y también se corrió.

Estuvieron besándose largo rato. Javi acariciándole el pelo y Teresa su trasero. Así hasta que se quedaron dormidos.

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Con 3 viejitos parte 2


Como ya les conté la primera parte de lo que me ocurrió con esos 3 viejo embusteros, les voy a contar la otra parte, para los que no leyeron la primera voy a describirme, repito no soy una modelo ni nada parecido pero tengo cierto atractivo sobre todo mi trasero que aunque no es muy parado si es un poco grande, mis cabello largo chino y mis piernas que es lo que mejor tengo, apiñonada, senos pequeños y de cara aceptable.

Bueno continúo. Al otro día de lo que me hicieron los 3 depravados, fui normal a trabajar, era sábado, lo recuerdo porque ese día no pensaba abrir ya que era la boda de mi trabajadora y pues lógicamente tenía que asistir. Sólo que ese día fui a dejar unas cosas a la estética como a eso de las 10:30 de la mañana porque la boda era a las 12. Mi hijo ya se había ido con mi mamá. Y yo ya estaba arreglada para de ahí pasarme a la iglesia. Me había vestido como es obvio para la ocasión. Me puse un vestido naranja, largo hasta los pies pero de esos que son abiertos de los 2 lados y al caminar se notan un poco las piernas, unas zapatillas del mismo color y me recogí el cabello.

En la estética hay un cuartito pequeño que tiene 2 vidrios de esos grandes de espejo en donde no se ve para adentro pero tu si ves para afuera. Estaba yo de espaldas a la entrada revisando unas cosas cuando de pronto tocan la puerta y yo contesté que pasara. Entro la persona, y sin levantar la cara le dije que no le podía atender ya que no se iba a abrir a lo que me respondió:

No me voy a tardar y si me puedes atender rápido.

Al escuchar la voz me quede fría, era la voz del viejo que me había hecho el sexo en el cuarto de mi hijo. Me iba a voltear para hablarle al policía, ya que como les dije en el otro relato la estética queda enfrente de la caseta, pero al levantarme del sillón, el viejo me tomo por la cintura y me empujo hacia el cuartito, ya que este no tiene puerta.

No me conforme con lo de ayer y estuve pensando en ti- me dijo

Por favor suélteme o grito.- el sabía que yo no iba a gritar porque se iba a armar un escándalo y a mi no me convenía.

Grita y corre si quieres- me dijo

Yo me quede quieta, sin hacer nada, no deseaba tener más sexo con ese viejo pero tampoco quería hacer un escándalo, así que no dije nada, mientras me tomaba por la cintura y me metia al cuartito.

Me pego contra la pared de espaldas a el, y empezó a masajear mis senos como si no se hubiera cansado el día anterior

Te voy a dar otra pasada me dijo- mientras me agarraba las nalgas, y como le dije el vestido era de esos abiertos por los dos lados, metió su manos por uno de ellos y movió la falda a un lado, lo mismo hizo con la tanga que llevaba puesta, con sus dedos la aparto y se saco su miembro, iba a lo que iba, a cogerme nuevamente, me abrió las piernas me levantó un poco y me metió su miembro, yo grité de dolor, porque en verdad me dolió por la posición tan incómoda en que estaba yo, y me empezo a introducir, no era nada delicado, me dio como si me estuviera enterrando un cuhillo, yo solo gritaba y para que no me escuhraran me tapó la boca.

Pare por favor- le dije, pero no me hizo caso, me estaba volviendo a introducirmelo.

Voy a hacerlo rápido-me dijo- es que no me canse de la cogida que te di, quiero llenarme contigo- me dijo

Ahhh, ahhh- solo gemía, era entre excitación de pensar que una vez más el viejo ese me estaba dando como si fuera una vil buscona y entre dolor por la posición, yo solo alzaba un poco la pierna para que entrara mejor y no me doliera, empezé a moverme con el fin de que acabara rápido y parara.

Y así fue, mis movimientos lo excitaron más y empezó a moverme más rápido, síntoma inequivoco de que se iba a venir, acelero y me dolio muchísimo, pero no dije nada, solo gemía, y le dije ahora si no te vas a venir dentro hijo de la mala madre, y justo cuando sentí que iba avenirse aprete las nalgas y el lo sacó rápido echándmelo tod en el vestido y las piernas. Acabo y se subió el pantalón.

Por hoy he acabado me dijo, algun día regresaré y te seguiré cogiendo a mi gusto me dijo, ah y por cierto, espera a mis amigos pronto eh?, jaja- se rió.

Agarro un carpeta que llevaba y salió del local como si no hubiera pasado nada, yo me acomode mi tanga y mi vestido cerré el local y fui a mi casa a cambiarme.


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Con 3 viejitos parte 1


Hola a todos, he leído varios relatos, y como aquí nadie tiene rostro pues es que me animo a contar esto que me sucedió. Yo soy de México , de la ciudad de Puebla. Mi nombre para que me conozcan es el real, me llamo Leticia Díaz, soy una mujer de 34 años, tengo un hijo de 4 años, no soy casada, nunca me case con el padre de mi hijo porque yo sabia que el era casado, pero esa es otra historia.

Para que me conozcan físicamente quiero ser sincera con todos ustedes, porque lo que les voy a contar pues es real y no quiero cambiarme por otra. No soy una super mujer como muchas dicen, ni tengo grandes senos ni supernalgas ni rubia de ojos azules ni cosas así, si soy una mujer a la que le gusta el ejercicio, y a pesar de mi hijo me mantengo en forma, soy apiñonada, de cara normal, no soy muy guapa pero me defiendo, mi trasero esta bien formado, pero normal no exagerado, de pechos tengo que decir que los tengo pequeños, la verdad es esa, y creo sinceramente lo mejor que tengo son mis piernas, no del tipo modelo pero por el ejercicio están bien formadas, cabello castaño chino debajo de los hombros, y soy una mujer atractiva para los hombres de mi rumbo porque soy de buen tamaño, no alta como de 1.72 mas o menos y eso hace que les llame la atención a hombres, y no se porque pero creo que el hecho de ser soltera y con un hijo les atrae mucho a los hombres. Bueno creo que los voy a aburrir si sigo así. Comienzo.

Le contare que tengo una estética de belleza en un fraccionamiento, mero en la entrada, y siempre que pasan los hombres voltean hacia el local lo cual lo noto a leguas, mis amigas siempre lo comentan, y es que realmente son muy descarados algunos hombres, de hecho han llegado señores y hasta jóvenes a proponerme tener relaciones con ellos, obviamente siempre los rechazo y aunque algunos son muy guapos pues no me interesa en lo más mínimo ya que tengo en estos momento pareja y dinero pues no me puedo quejar. Un día mi trabajadora me pidió permiso para llegar tarde como a las 12 porque al otro día se casaba y tenía que arreglar unos pendientes, y siempre abrimos a las 10. Ese día empezó normal como todos, y eran como las 11 cuando se abrió la puerta del local, eran 3 hombres, los 3 eran unos señores ya mayores, viejos por llamarlos de alguna manera, los recibí con normalidad ya que siempre hay tranquilidad en mi negocio porque enfrente esta la caseta de policía y todo se ve por ahí, me saludaron y me dijeron que venían de una asociación de gente de la tercera edad, 2 de ellos traían maletas, una mas grande que la otra pero no les di importancia, uno de los señores le dijo al otro que sacara las identificaciones, se veía que el era el jefe de ellos 3, se presentaron y me enseñaron sus credenciales, era de una asociación de gente de la 3ª edad, o al menos eso decían sus credenciales, uno de ellos, el líder me mostró la suya y vi su nombre el cual omitiré y su edad, tenia 67 años, el era blanco, gordo, calvo pero cabello largo por atrás y traía una coleta bien hecha, era chaparro como los otros 2, median alrededor de 1.65 y por supuesto era yo mas alta que ellos, traía una gorra de marinero que le cubría su pelonera, el siguiente me mostró su respectiva credencial y vi que tenía 71 años, era el más grande de los 3, el mas bien era flaco, con la pequeña barriga digna de un señor de su edad, moreno, bajito y no era calvo pero si tenía poco cabello y tenía una barba que más que barba parece de esas que se descuidan y no se rasuran en 2 o 3 días, de hecho en su aspecto se veía el más sucio, el último al ver su credencial vi que tenía 64 años, era el menos grande, el en sí era el mas feo de los 3, era totalmente pelón, apiñonado, de lentes como de fondo de botella, y era el más gordo de los 3, eran botijotes mas que supergordos.

Después de presentarse me dijeron que si me podían hacer una encuesta ya que estaban recabando información que sería de ayuda a su institución, a lo cual respondí de inmediato que si, pero me dijeron que si podía leer el cuestionario ya que me dijeron que venían unas preguntas extrañas, pero los vi tan nobles y sinceros que les dije que no había ningún problema, pero en ese momento llegó un cliente y le dije que si me podía esperar, a lo cual los viejitos amablemente me dijeron que ellos podían esperar, y me dijeron que si podía ser en mi casa a lo que yo respondí que si, y les di la dirección y no habría ningún problema ya que yo vivo a dos calles del local y mi hijo iría a comer con mi mamá, y sobre todo porque eran unos viejitos inofensivos y muy amables, y ellos se mostraron felices de más y me dijeron que estaba perfecto ya que así aprovecharían para realizar otras encuestas con los vecinos, cosa me pareció de los más normal.

Al poco rato llegué a mi casa y ahí me estaban esperando, ese día iba vestida de una blusa blanca de botones sin manga y una falda rosa de cuadros corta que estaba arriba de las rodillas, no mucho, y unos zapatos blancos abiertos, los viejitos ya me estaban esperando, entramos a la casa y estábamos los 4 solos, nos sentamos y empezamos con las preguntas, las 1as eran normales, nombre, dirección, edad, intereses personales, preguntas vanas, y empezó la pregunta 31, bien que me acuerdo, decía, ¿Qué tipo de ropa interior usa?, me quede callada, el jefe de ellos era el que me hacía las preguntas y me dijo que si no quería contestar no había problema y que si me sentía incomoda ellos se retirarían, la nobleza de sus comentarios me inspiro confianza a lo que le respondí la pregunta, luego la siguiente pregunta era que si le podía mostrar algo de ropa intima, dude pero al ver la tranquilidad de los viejillos fui por ella y la mostré, baje algunas prendas algo chiquitas, los hombres se quedaron sin decir nada y al poco rato dijo el uno de ellos,

Creo que viene la pregunta más difícil, si usted no quiere contestar lo entenderemos y ahora si nos retiraremos.

Me intrigo su comentario y le dije que cual era.

A lo que respondió con la siguiente pregunta.

- ¿Podría mostrar la ropa íntima que trae puesta?

La pregunta me dejo helada, y no conteste nada la momento, reaccioné y me acordé que al leer las encuestas también participaban hombres que según habían sido "encuestados". Uno de ellos dijo si usted acepta nosotros 2 nos vamos de aquí y solo mi compañero es el que las va a ver.

Ese comentario me inspiro tranquilidad y yo accedí sumamente nerviosa, no lo puedo negar, y les dije que me podían esperar arriba en mi cuarto, uno de ellos dijo que estaba bien, y nunca me imagine lo que pasaría.

Cuando esperé que los otros 2 estuvieran arriba, el mas viejo y el mas gordo, me levanté y empecé a subir mi falda lentamente, traía unas pantaletas blancas delgadas y un poco transparentes, vi el rostro del viejo y estaba blanco, se notaba nervioso pero no decía nada, y me:

Es suficiente, siéntese aquí señorita.

Muy bien- Le respondí. El que no haya intentado nada me tranquilizó totalmente.

Acto seguido les grite a los otros 2 que ya podían bajar, pero creí que no me habían escuchado porque no bajaron.

Continuamos con las preguntas cuando de momento sentí como la mano del señor se apoyo en mi rodilla, no dije nada porque me pareció normal, cuando de pronto empezó a subir más su mano sobre mi muslo, esta estaba caliente y sentí que me quemaba, no sabía que decir, solo alcancé a decirle:

Que está haciendo?

La verdad señora verle las pantaletas y las piernas que usted tiene me puso muy caliente, y un señor de mi edad y mi complexión no podría soñar con tener una mujer como usted, y si no aprovecho el momento ahorita no se cundo va a ser.

De pronto se mano ya estaba en mi pantaleta, ágilmente la hizo a un lado, y me metió un dedo, yo no hacia nada estaba paralizada, sorprendida, de ver como me manoseaba, y cuando reaccioné abrí los ojos y le iba a reclamar cuando de pronto el otro viejito bajo y me tapo la boca, empezó a sobar mis senos y a desabotonar la blusa, el otro viejillo que quedaba cuando voltee mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que tenia una cámara y estaba filmando.

Le dije que qué hacia pero uno de ellos me callo la boca con un beso, me quitaron el sostén y el líder de ellos me levantó la espalda y me bajo los calzones, estaba yo sorprendida pero muy excitada, rechace jóvenes guapos y señores atractivo y no les podía decir que no a unos ancianos decrépitos. Mis senos como dije son pequeños y las manos del viejito se llenaban con ellos.

Me levantaron y me quitaron la falda, estaba yo totalmente desnuda, solo con las zapatillas, mientras el otro viejo seguía filmando, cuando el jefe de ellos dijo

-¿Quién empieza?

El más flaco respondió levantando la mano, a lo que el le dijo

-¿Dónde quieres?

- En su cocina

Me agarro y en el trayecto a la cocina que era corto, me manoseo mis senos a su antojo, y el otro viejito seguía filmando, yo estaba la verdad muy excitada y no podía decir nada, no respondía,

-Acuéstate- me dijo

Me acostó en la mesa, y como dije no quiero contar mentiras, y no voy a decir que empezó con sexo oral como acostumbran, este hombre fue directo. Me levanto mis piernas y las puso sobre sus hombros, me introdujo de un golpe y se me escapo un grito, empezó a darme y uno de ellos me dijo

-Voltea a la cámara.

Yo solo gemía de dolor y de placer, y volteaba a la cámara, los otros dos se excitaban más viendo mi rostro aquejado por las arremetidas, yo solo decía

-ayyy, ayyy

Me estaba dando de forma que no imaginaba.

Acabo, me la saco y me bajo de mesa, se sentó sobre la mesa y me dijo :

-Siéntate aquí

Me senté sobre el dándole la espalda, y otra vez empezó a darme, solo subía y bajaba de una forma increíble, me dada un poco de asco el señor pero ya estaba muy excitada y solo lo montaba y el hábilmente me apretaba mis pechos, que meneada me dio el viejito asqueroso, sentí que se venía por su movimiento acelerado, y creí que se iba a venir dentro de mi cuando me paro rápido y empezó a explotar en mi estufa y mi refrigerador, algo que me extraño aunque después sabría porque, cuando terminó me dijo

Que buena estas, y pensar que muchos del fraccionamiento te quieren tirar y lo estamos haciendo 3 pinches viejos pendejos, jaja.

No se porque pero sus palabras me excitaron, era verdad.

-Te toca -le dijo el líder al otro viejo, al más feo de los 3.

- Por favor ya no, ya me canse con lo que me hizo él- respondí.

- No te preocupes, yo soy rápido – contestó el otro viejo

- ¿Dónde quieres?- le preguntaron.

- En la puerta de la entrada- respondió.- Pero antes ponte esto que saque de tu cuarto- me dijo.

Era una bata mía de esas tipo seda, gris con flores de colores, la bata solo me tapaba el sexo y solo bajo las nalgas, no se porque no dije nada y me la puse. En el trayecto a la entrada de mi casa el viejo hizo lo mismo que el otro, me manoseaba de una forma bastante libidinosa. Al llegar a la puerta me recargó en la puerta y me volteó viendo hacia ella y de espaldas a él. Levantó la bata y me metió la mano en mi sexo, estuvo jugando con mi parte un rato, yo le pedía que no lo hiciera pero tal parece que le decía que siguiera, y luego levantó mi pierna derecha, y así, puso su parte en mi entrada, cerré mis piernas para no dejarlo entrar.

No por favor- le dije- no puedo, de verdad no puedo-.

Si puedes, ábrete.

No por favor no puedo hacerlo

Mientras el otro viejo me filmaba y me decía:

Voltea la cara, voltea la cara

No- le decía-. ,mientras ponía mi cara viendo hacia la puerta, no quería que me filmara la cara, tras de estarme tirando todavía querían filmarme.

Con la fuerza que tenían a pesar de ser unos viejos me voltearon la cara hacia la cámara, y me la filmaban, ahí el viejo aprovecho ese forcejeo para meterme su miembro, ya que en la lucha de no dejarme voltear la cara separé mis piernas, me la metió completa. Solté un grito de dolor como nunca.

aaayyyy.

Ellos estaban felices, filmaron mi cara llena de dolor y a la vez porque no decirlo de excitación, y empezaron a gritar como si se hubieran sacado la lotería.

Sssiiii- - A huevo-, -Como de que no-. Gritaban.

No por favor-. Trataba de decirles, pero era inútil

¿no?, claro que si quieres, di que quieres que te coja.- me dijo el asqueroso.- di que quieres que te coja- repitió.

Mi dolor era inmenso y a pesar de que estaba super excitada quería que acabara ya , y esa ansiedad hizo que repitiera lo que ellos querían escuchar.

-Esta bien, cogeme, cogeme ya

Estas palabras los volvió a prender.

-Como de que no, no que no chiquita- gritaban.- Repítelo y tú- le dijeron al otro viejito- mientras lo dice la filmas.

Y ya no aguantaba y lo repetí con tal de que me la sacara y mientras el otro viejo me filmaba cual actriz porno.



Sentía un dolor inmenso primero por la posición incómoda, nunca lo había hecho así, y segundo porque hay que decirlo tenía un miembro algo grueso, no grande, en esa posición me empezó a introducir, me subía y me bajaba de la cintura, la posición permitía que me entrara muy adentro lo cual me producía cierto dolor, pero también y muy a mi pesar sentía muy rico, y su posición también le permitía tener a su antojo mis senos y me los amasaba como si se fueran a acabar, igualmente solo gemía y le rogaba que parara, - me volteó y levantó mi pierna derecha y la puso sobre su hombro, así en esa posición siguió con sus embestidas que solo hacía que mi cara fuera la imagen perfecta para ser filmada por este trío de enfermos.

-ahh, ahh, por favor para.- le decía sin mucha fuerza y con los ojos desvanecidos.

Me la sacó, y cuando creí que el había terminado, y digo el porque sabía que faltaba el otro anciano, me agarró de las nalgas, me recargó en la puerta de espaldas y me levantó, y así con mis piernas al aire me la volvió a meter, tomo mis piernas por la parte baja de mis muslos y así me empezó a introducirlo, otra posición que nunca había hecho y esto si tengo que confesarlo, me encanto, me excito mucho más que las demás y estaba ya super mojada, entraba y salía, subía y bajaba ya muy fácilmente, mientras el otro viejo se daba un festín filmando la posición en que estaba y mi cara que era de una excitación tal que veía como su miembro estaba totalmente parado. Esta cogida fue realmente espectacular. Sus movimientos se hicieron más fuertes y mas intensos, yo ya no sentía lo duro si no o tupido. Mientras me lo introducia me decía al oído:

Desde cuando te andábamos cazando amor, hasta que se nos hizo-.

Cuando sentí que se venía pensé que iba a querer que me los comiera, de pronto me bajo se la sacó y empezó a tirarlos en mi puerta, mis sillones y finalizó limpiándose con mi bata.

Con su miembro fuera de mí me sentía a salvo, pero sabía que faltaba el otro viejo, y no se hizo esperar, y dijo:

Ahora si me toca a mí, amor, prepárate, vamos arriba- me tomó del brazo y me subió, y entramos al cuarto de mi hijo, a lo que rápidamente respondí que ese era el cuarto de mi hijo, que el mío estaba junto, a lo que el muy degenerado me respondió, - por eso, te quiero coger aquí en el de tu hijo, ja-, era humillante, yo dije que no pero fue inútil, se quito su playera y su pantalón, vi su miembro, era más grande que el de los otros 2 y mucho más grueso, nada fuera de lo normal pero si se notaba.

Velo porque esto te vas a comer suertuda- me dijo

Por favor déjeme descansar por lo menos.

Cuando acabe tendrás todo el tiempo para descansar.

Se sentó en la cama de mi hijo y me jaló hacia el. Se acostó y me dijo que me sentara sobre el. Me senté sobre de el como me lo había ordenado y empezó a darme, quedé de frente a el y eso permitió que mis senos quedarán a su entera disposición, los apretó, los amasó, los disfrutó, en fin hizo con ellos lo que quiso, mientras me seguía dando de una forma brutal si así le puedo llamar, estaba yo apunto de un orgasmo con el, con los otros dos no había llegado a uno pero este viejo me estaba dando una autentica paliza, mis ojos estaban en blanco, mientras por su lado el otro viejo me seguía filmando, me gritaba que volteara a la cámara lo cual al no tener mayor resistencia ni opción le hacía caso, solo veía como gozaban los 2 con mi cara, me puse a pensar que cara tendría al ver el rostro de excitación de estos dos viejillos, era como un triunfo ver mi cara llena de excitación y a la vez de dolor, y me hacía pronunciar frases asquerosas como – dame más-, -cógeme-, - no pares- cosas así, yo ya no tenía ni un ápice de defensa, estaba toda entregada.

Por su parte el viejito me seguía dando, y cuando sentí que se iba a venir aceleró las embestidas, y me dijo:

Me voy a venir dentro de ti.-

Es un imbécil, claro que no, ni se le ocurra- le dije

Claro que si – me respondió.

Y empezó a darme más duro todavía, era demasiado fuerte y yo no aguantaba, era demasiado para mí.

Verdad que si quieres que me venga dentro de ti- me dijo, sabiendo que me lo estaba introduciendo de una forma inhumana, sabía perfectamente lo que hacía.

Vamos dilo y voltea a la cámara- me decía otro de los viejos

Dilo.

Yo me resistía pero era inútil, me estaba partiendo en dos literalmente, el movimiento del anciano era muy fuerte, y yo no aguantaba, y no tuve remedio.

Vente adentro, pero ya que no aguanto por favor, ya vente.

Ya ves que si quieres mamacita.

Mientras me seguía filmando y mi cara seguía siendo motivo de excitación para los otros dos, imagínense la cara que tendría.

Acelero su movimiento y cuando se iba a venir tomo mi cara y la volteo a la cámara.

Voltea que quiero tener tu cara grabada cuando me venga dentro de ti chiquita.

Y hasta que por fin el muy idiota descargo todo su líquido en mi, de verdad sentí el líquido supercaliente y cómo me quemaba por dentro, sentía asco al pensar que ese aciano se había chorreado dentro mío.

Cuando creí que había terminado me quitó de él, me acostó en la cama y me volteo, me puso en cuatro como se dice, en la cama de mi hijo y me dijo:

Ya vamos a acabar amor

Déjeme descansar un rato por favor- le rogué, pero fue inútil.

Ya te dije que tendrás toda la tarde para descansar- y se rió junto a los demás.

En la posición que me tenía me agarro lo senos y empezó a amasarlos y apretarlos, me los estiraba y jugaba con ellos, yo ya no ponía resistencia, sabía que no iba a lograr nada, y aunque el sexo que me estaban dando era increíble verdaderamente (nadie me había hecho el sexo de tal forma, como lo hicieron estos 3 viejos), me daba repulsión lo que me estaban haciendo. Siendo honesta con ustedes no era una violación como pero tampoco era algo que yo deseara.

Levanta tus nalguitas tantito amor- me dijo

Pero no dejes de ver a la cámara eh?, jaja- replicó el otro viejo.



Me paro mis nalgas y e introdujo su miembro de nuevo en mi sexo, sentí que me rompía, su miembro era demasiado grueso y me llenaba toda, y empezó a darme.

-Ay mamacita, desde cuando había soñado con esto- decía mientras continuaba su movimiento.- Verdad que te gusta?- me decía.- Voltea a la cámara y di cuánto te gusta.

- Anda dilo- me dijo el de la cámara.

Para no perder ningún detalle, se paró en la enfrente de la cama y de frente a mi cara, me la levantó por los cabellos dirigiéndola a la cámara.

Di que quieres que continúe mi cuate- dijo.

Yo estaba ya tan adolorida, como si me hubieran anestesiado mi cuerpo, y sólo accedía a todas sus lujurias. – Si, quiero que siga, quiero que siga- con la voz entre cortada, sentía que se me iba el aire y casi a penas y se me entendía.

Te gusta verdad?

Si me gusta- respondía a todas sus preguntas sin reparar, creo que esto los excitaba más, sabían que me tenían.

Eso es chiquita, dilo a la cámara- me decía sosteniendo mi cara.

Aaayyy, aaayyy, si me gusta – respondía ya como robot.

Quieres que me venga dentro de ti otra vez verdad?.

No, eso ya no por favor, estoy haciendo lo que me dicen.

Claro que quieres- y empezó a metérmela más duro, con tal fuerza que llegó un momento que veía en blanco totalmente.

Verdad que quieres?

Esta bien hijo de perra, pero ya apurate, ya deja de metérmela- le dije con todo el dolor en mi cuerpo y todo el coraje del mundo ya que me estaba tirando en la cama de mi hijo,

Pues ahí voy

Y empezó a acelerar más aún sus movimiento, mi sexo estaba ya supermojado pero sin ganas de un orgasmo, quién tendría ganas así, yo gritaba ya de puro dolor, mi rostro denotaba cansancio, y eso lo aprovecharon una vez más para filmarme, y cuando se iba a venir les dijo a los otros 2:

-Filma su cara que ya me vengo, rápido.

El otro viejo volvió a levantar mi cara y me filmaba, incluso me dio un beso en la boca el cual yo rechace cerrando mis labios, aunque era inútil. Hasta que por fin se vino, sus gemidos eran entre placer y triunfo, y se vino dentro de mí una vez más, sentí mi estomago caliente y lleno de líquido, como si hubiera tomado una botella de agua de un solo trago. Cuando vieron que se estaba vaciando dentro de mi, los otros 2 empezaron a gritar como si fueran ellos.

Bien ya vez, eres un cabrón.

Vientos pendejo, eres mi héroe- gritaban.

Cuando me sacó su miembro volvió a limpiar lo que le quedaba con la colcha de mi hijo, yo quede tirada literalmente en la cama boca abajo, sin fuerzas.

Te he cogido, lo sabía, te tenía que tirar- me dijo al oído dándome una nalgada.

Bueno, vístanse y vamonos que hay más encuestas que realizar, jajaja- dijo, mientras los demás reían con el.

Eres muy buena en la cama, no nos defraudaste ni tu ni tus piernas ni tus nalgas, gracias- me dijo.

Se vistió ya que él era el único que faltaba y solo vi como bajaron las escalera, ya no baje a ver, solo escuche que cerraron la puerta al salir. Estaba yo tirada en la cama de mi hijo, pasmada, sorprendida, adolorida y cansada, todavía no daba crédito a lo que acababa de suceder, me habían tirado 3 pinches viejo asquerosos. Me quedé dormida y ya desperté tarde, me bañé y regresé a la estética.

Qué paso, porqué tardaste tanto- me dijeron.

Tuve que atender a unas persona- respondí.

Esto es lo que me sucedió, aunque al otro día volví a ver a el líder de ellos, pero eso se los cuento en la otra parte si?.

Bueno cuento esto que me paso, porque no estoy mal ni nada por el estilo pero es algo que no se lo he contado a nadie y como aquí no hay caras, ni conocidos me atreví a contárselos a ustedes.

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Estoy gozando de mi libertad


Mi esposa ha salido de viaje, es sábado por la tarde y me he quedado solo en la empresa después que se han retirado los empleados, me dispongo a cerrar la puerta y pienso ir a un bar. Al abordar mi camioneta veo a mi vecina del edificio de enfrente esperando taxi, le pregunto a dónde va, me dice que para el centro pues su auto esta en el taller. Le digo que la puedo llevar pues dispongo de toda la tarde libre ya que Magi anda de viaje, en el camino le comento que en realidad pensaba buscar un bar y tal vez una aventura para no dormir solo pues me da miedo la oscuridad, ella sonriendo me contesta que al parecer padecemos del mismo mal. Me dice que tiene cita con una amiga en un café pero que puede llamarle para que no la espere, yo atento le facilito mi celular y ella cancela su cita con la amiga.

Me sugiere que para aprovechar al máximo mi libertad mejor vayamos a mi casa pues brinda más intimidad, al llegar ella se instala cómodamente en un sofá se ha quitado las zapatillas y recogido los pies, yo llego con las copas y me siento a su lado, en un íntimo contacto puedo ver su pecho cómo se inflama y parece palpitar, en cada dilatación se esfuerza en hacer estallar el estrecho escote de su blusa, yo finjo no darme cuenta de ello le entrego su copa y brindamos por la dicha de vivir ese momento, después de algunos tragos más he cruzado mi brazo sobre su hombro e introduciendo mi mano en su escote la traigo hacia mí, y estallamos en un apretado beso restregando con ansia incontenible nuestras lenguas y succionando con tal fuerza como si cada cual tratara de extraer hasta la ultima gota del néctar de su pareja, mientras, mi mano derecha ha desabotonado su blusa sintiendo cómo cada botón al saltar va liberando aquellas carnes prisioneras, y se hinchan de alegría cantando su libertad, a la vez que mi otra mano se desliza con suavidad por sus piernas palpando cada tramo de piel recorrida y dando ligeros apretones como sopesando el calibre de aquellos muslos, ella deja escapar ahogados gemidos y sus manos que restregaban y arañaban de felicidad mi espalda han escapado para sacar mi miembro que siento que revienta de ardor al contacto de sus manos el cual me recorre en un caluroso estremecimiento que sube y estalla muy dentro de mi cerebro nublándome la vista y la razón cuando ella empujando hacia abajo retira toda la piel que lo cubre, siento que con la otra mano me esculca los cabellos y empuja mi cabeza hacia abajo.

Obediente desciendo recorriendo su cuello con mis labios dejando un rastro de saliva, para al regresar por el camino andado lo encuentro lubricado y me deslizo incansablemente en aquella mezcla de baba, sudor y aroma de yegua en celo, mas al llegar a su pecho, me encuentro dos retantes colinas de un color moreno claro compactas y esponjosas que invitan a mi lengua a escalarlas encontrando en la cima de cada una de ellas mostrando al centro de un casquete rojo henchido de sangre el anhelado pezón color marrón que por su dulzura y dureza invitaban a hincarle el diente con delicadeza haciéndome recordar los dulces de grenetina, haciendo que en cada mordisco calculado para no hacerle daño, ella gimiera mientras mi mano presionaba con fuerza su plano abdomen habiendo pasado previamente por juguetear con los dedos bajo las bragas sus labios mayores. Y acariciándole la cara pude palpar que sus ojos dejaban correr lagrimas de felicidad, el saber su gozo me produjo un derramamiento de fluido vital sobre el miembro produciéndome un ligero dolor agudo al no ser capaz de dilatarse más. En ese instante ambos sentimos el deseo imperioso de despojarnos de la ropa y sin expresar palabra alguna nos pusimos de pie, y con desesperación nos despojamos de ella, acomodándonos en la alfombra quedamos en la matemática posición del 69.

Yo podía aspirar el aroma que emanaba de aquella raja ardiente y deleitarme con las delicias de aquella miel que se derramaba mojando todo a su paso, mientras ella devoraba con ansia mi entumecido miembro sintiendo que en cada disfrutada se liberaba una profunda tensión contenida desde muy dentro y cuando yo enterraba desesperadamente mi nariz o mi lengua alcanzando su clítoris ella se convulsionaba dejando que mi miembro se fuera hasta lo más profundo de su garganta, y en los estertores de la asfixia que le causaba el miembro color púrpura también empujaba violentamente su pelvis hacia delante haciendo que mi cara se enterrara toda en ella provocando que aquel liquido que de ella emanaba se me introdujera hasta la garganta y me obligara a tragarlo a la vez que también me inundaba la nariz produciéndome un enervante y vertiginoso deseo de continuar. Luego separándonos ella se colocó en la posición en que los perros cogen y yo me coloqué detrás de ella y tomándola con ambas manos de aquellas amplias caderas que proporcionaban un amplio paisaje de suaves líneas curvas, coloqué mi miembro en su coño dejándola que se deslizara lentamente mientras ella se movía en pequeños círculos y yo sentía cómo aquel pequeño túnel abría paso gustoso al intruso, cuando hubo llegado al fondo sentí cómo se abría una nueva puerta para mi glande dejando escapar un pequeño quejido por parte de ella, entonces la comencé a retirar con la misma lentitud, haciendo que Ceila que era el nombre de mi amada me pidiera que continuara así ya que sentía que todo le daba vueltas, una vez sacada toda dejé la cabeza apoyada en la entrada y con un violento empujón la empalé hasta lo más profundo de su intimidad logrando que exclamara un ¡ay! de delicioso dolor para iniciar ambos un frenético bombeo y terminar, yo en un delicioso chorro de leche que me hizo ver puntos de luces de colores a la vez que sentí que aquel pistoneo me salpicaba las piernas. Y ella gritaba como loca haciendo que las contracciones provocadas por su orgasmo me exprimieran hasta la ultima gota de fluido. Luego nos dormimos abrazados, yo con un pezón entre la boca, por la mañana nos levantamos, nos bañamos hicimos el amor rápidamente bajo la ducha, salimos a desayunar mariscos y la fui a dejar a su departamento, su amante que es quien paga la renta se estacionaba en ese momento, nosotros nos estacionamos al otro lado de la calle, ella se bajó corriendo a su encuentro y le comento que fuimos a dejar a la terminal de autobuses a una prima que pasó la noche en su departamento, él me agradeció la atención y abrazados se meten al edificio, Ceila voltea y me guiña un ojo.


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El Agradecimiento de mi prima


Empezaré diciendo que soy casado con una bella mujer y que a pesar que en mi época de soltero fui bastante mujeriego, las responsabilidades del matrimonio y sobre todo el amor que le tengo a mi pareja aunado a mi trabajo, me había digamos "curado" de aquellas costumbres, hasta que me sucedió lo que a continuación les contaré...

Trabajo en un empresa y estoy a cargo de una área de sistemas, un día recibí la llamada de mi prima Erika (a quien llamaré así por obvias razones) quien estaba por terminar su carrera de administración, y me preguntaba si habría oportunidad de que realizara un internado en la empresa para poder realizar su tesis, cosa que en años atrás yo mismo le había ofrecido, sin dudarlo le dije que en unos días le tendría la respuesta y así fue, no hubo ningún problema para que ella pudiera ingresar al departamento de administración como auxiliar contable. Pero antes de continuar déjenme hablarles un poco de Erika, ella tiene 22 años aunque parece de 19 o menos y sinceramente tiene un cuerpazo además de ser muy linda, cosa que si bien ya lo había notado, no lo hacia con la morbosidad clásica de nosotros los hombres pues cuando la veía era en reuniones familiares y acostumbraba vestirse digamos de manera normal y no provocativa, pero ahora al conseguir su primer empleo, sacó quien sabe de dónde ropa sumamente provocativa, minifaldas, pantalones ajustados, blusas escotadas, en fin ustedes saben...

Los días transcurrieron de forma normal, los compañeros de trabajo notaban que esa chica era sumamente sexy y no faltó quien hasta me llamara primo, lo galanes le sobraban, pero la verdad a mí ni me inmutaba la situación aunque debo admitir que empezó a nacer en mi una atracción hacia esa mujer olvidando totalmente el parentesco familiar que existía.

Se llegó el tiempo en que se aproximaba una auditoria a la empresa y muchos datos administrativos tenían que ser capturados y Erika fue la encargada de hacerlo, y tubo que ser en mi oficina, en donde tengo 2 equipos destinados precisamente para estos casos urgentes. A principios de la semana, las 4 de la tarde llegó, aún había compañeros que se empezaban a retirar a eso de las 5 dejándonos solos, pues tenía que capacitarla en la captura de la información, al estar solos entramos en confianza familiar, platicábamos trivialidades mientras realizábamos nuestro trabajo, no podía dejar de admirar sin que ella se diera cuenta esas piernas que eran perfectas, esa cintura y esas melones rebosantes y grandes, poco a poco empezamos a relajarnos más conforme los días pasaban. Al terminar la semana cerca de las 6 y media de la tarde el trabajo estaba terminado, le dije que si quería que la llevara a casa a lo que dijo inmediatamente que sí, al subir al auto no parábamos de hablar y esa charla fue subiendo de tono pues hablamos de los chismes clásicos de cualquier empresa en cuanto a parejas, los jefes y sus amantes etc, etc, eso sinceramente empezó a calentarme y le pregunté (y no sé cómo lo hice) si ella aún era virgen, volteó a verme con una mirada que no se me va a olvidar, tal parecía que esperaba que le hiciera esa pregunta, dijo que no y que para ella el sexo era lo máximo y le encantaba y sin quitarme los ojos de encima cruzó la pierna... ya se podrán imaginar cómo se me puso el miembro... nos quedamos callados por unos segundos yo sin saber qué decir aunque sí sabía qué hacer, tenía que cogerme a mi prima, pues sé que ella me lo estaba insinuando ¿pero cómo? En ese momento me dijo ¡espera, se me olvidó mi celular en tu oficina! Tenemos que regresar pues mañana sábado lo voy a ocupar... sin más di la vuelta, estábamos a más de la mitad del camino... en ese momento pensé que esa era mi oportunidad de por lo menos darle un buen faje y vaya que después me sorprendería pues esta busconsita ya lo tenía planeado todo, llegamos a la oficina cerca de las 7 los últimos empleados iban de salida así que nos fue fácil entrar desapercibidos. Al ir delante mí por las escaleras sus nalgas casi en mi cara dieron cuenta de mi palo que empezaba de nuevo a ponerse firme, al llegar cerré la puerta, prendí la luz, ella se recargó en una mesa y me vio fijamente y dijo: "bueno primo, es hora de que te agradezca lo bien que me has tratado y lo mucho que me has ayudado". En ese momento no había más que decir , la tenía para mí nada más. Me acerqué a ella, la tomé de la cintura y empecé a besarla, al tomarla entre mis brazos pude sentir la exquisitez de su cuerpo, su aroma, que mujer estaba a punto de cogerme, me quitó el saco y la corbata, mientas yo ella le desabotonaba la pequeña blusa que llevaba , tuve frente a mí sus melones puestas en un corto sostén que dejaba ver casi en su totalidad sus rosados pezones, su respiración se hacía cada vez más rápida, y no decía ni una sola palabra, sólo pequeños gemiditos de excitación, en ese momento no soporté más y yo mismo me quité el cinturón desabroché mi pantalón, enseguida saltó mi palo en toda su magnitud, ella al sentirlo lo tomó en su mano y empezó a jugar con él, se separó un poco de mí para verlo y después verme a los ojos con esa mirada retadora muy de ella, a unos pasos de donde estábamos había una silla, en donde ella me sentó, me miró, aún sin decir nada, se quitó la minifalda que traía puesta que cayó hasta el piso, donde se la quitó totalmente levantando sus pies, estaba frente a mi con su tanguita blanca, se arrodilló delante de mí y empezó a mamarme la miembro... era toda una experta su lengua recorría todo mi palo de arriba abajo mientras su manos apretaban mis huevos con una delicadeza magistral, después empezó a chaparme la punta de mi miembro y con la punta de su lengua me daba lamidas que parecían toques eléctricos, volvió a bajar a mis huevos en donde empezó a jugar sin compasión, mis manos sobre su cabeza levantaban los cabellos de su frente lo que me permitía tener una perspectiva espectacular del trabajo que me estaba realizando, cuando terminó se levantó y se quitó su tanguita, la muy cabrona estaba rasurada con solamente un poco de vello púbico en la parte de arriba de su concha, se sentó en la mesa, justo a lado del monitor de la computadora donde recargó su uno de sus brazos y me dijo: "te toca"; al momento di vuelta con mi silla donde estaba y aún sentado empecé a lamer su cocoy, ella colocó sus pies sobre mis rodilla y sus piernas totalmente abiertas daban toda la libertad que pudiera desear, era increíble ese sabor, sus jugos eran riquísimos empezó a gemir cada vez más mientras mi lengua entraba en su cocoy... ¡¡¡mmmm ahhh, ahhh!!! decía mientras su espalda y su cabeza se hacían para atrás dándose espacio para respirar y menear su cintura, sus muslos de repente presionaban mi cabeza, a lo que por tercera vez que sucedió esto dijo: ¡cógeme ya, ya mételo! Ella no se movió de su lugar y así sentada sobre la mesa yo me puse de pie, tomé mi miembro y la apunté sobre su clítoris en donde la coloqué para rozarla aún más, a lo que ella me ordenó: ¡¡¡ya, ya mételo cabrón!!! Y así sin más, y de una sola embestida se la clavé hasta el fondo, sus ojos se cerraron fuertemente mientras gemía:¡¡¡así, así!!!. ¡¡¡Qué rico, qué rico me coges, más, más!!! Yo estaba como loco cogiéndola agarrado de sus nalgas que las empujaba hacia mí, el brazo que estaba sobre el monitor lo quitó y colocó esa mano en mi cuello de donde se agarró para poder tener más apoyo... yo sabía en cualquier momento iba a venirme, era cuestión de segundos, por lo que pasó en mi mente rápidamente el temor de embarazar a mi propia prima, a lo que solamente se me ocurrió preguntarle: ¿quieres de que me venga dentro de ti? Ella entre palabras cortadas y con la mirada clavada en mí dijo que sí... por lo que solamente cerré los ojos y dejé venir todo mi fluido dentro de ella... vaya cogida... sentí que arrojaba litros de fluido en su interior, al terminar sólo caí sobre sus pechos mientras ella me acaricia la espalda era fantástico, esa cogida había estado de fantasía nunca me imagine que mi prima fuera tan buscona, aún mi palo estaba dentro de ella me retiré y pude ver como sus jugos y los míos mezclados escurrían al borde de la mesa, tomé mi miembro todo batido en fluido sin saber qué hacer así que sólo me senté de nuevo en la silla, ella se levantó de la mesa y me dio un delicado beso en la mejilla como si nada hubiera pasado, en el ambiente aún se percibía el inconfundible olor del sexo, miré mi reloj 7:35 pensé que era hora de limpiar e irnos a casa, pues el "agradecimiento" estaba dado. Qué equivocado estaba, mi prima permanecía inmóvil aún a lado mío sonriendo, al mirarnos nos dio por reírnos al ver el estado en que estábamos, yo con la camisa arriba del ombligo y los pantalones en los tobillos y ella con la entrepierna aún escurriendo de mi fluido y un melon de fuera, hubo unos segundos en los que nos quedamos mirando como dos tontos enamorados a lo que solamente le dije: Qué bárbara eres Erika estas riquísima... ella contestó: ¿Sabes desde hace cuánto tiempo deseaba hacer esto contigo? Su pregunta me dejó perplejo, jamás me imagine que esa niña con la que crecí en mi infancia y ahora toda una mujer me deseara aún sabiendo que yo ya era casado, me quedé mudo, en mi cabeza rodaban un montón de pensamientos. Continuó diciendo "desde hace mucho tiempo y no sé cuándo vaya a ver otra oportunidad así que de aquí no nos movemos hasta que me dejes completamente" -Vaya que era una perra mi prima pensé y al mismo tiempo que me esperaba una buena faena por hacer pero no iba a desaprovechar ese monumento que tenía enfrente, además ya entrado con ella qué más daba darnos gusto los dos....

- Ok. Pero aquí no porque no tarda en pasar el guardia hacer su rondín y sería peligroso, además aquí está muy incómodo ¿no crees?. - -¿Me vas a llevar a un hotel?. - Sí.

- - Lanzó un grito de emoción cómo si una adolescente hubiera visto a su artista favorito, lo que me provocó risa, nos empezamos a vestir, al ponerse su tanga pude admirar por primera vez en su totalidad su trasero ¡vaya trasero que tenía mi prima! mucho mejor de lo que me había imaginado al tocarlo un momento antes pues nunca me dio la espalda, estaba firme paradito y con una piel de porcelana con un pequeño lunar en la nalga derecha lo que lo hacía más apetecible... una vez vestidos me preguntó que con qué limpiaba la mesa y lo que había escurrido al suelo, le dije que en mi cajón había un trapo para hacerlo, mientras tanto, llamaba a casa para decirle a mi esposa que llegaría más tarde pues estaba tomando una copa con unos amigos, y debo de confesar que era la primera vez después de 4 años de casados que engañaba a mi esposa, y saben qué, por alguna extraña razón no me sentí mal, ni el más mínimo sentimiento de culpa me invadía, quiero pensar que por el hecho de que era mi prima no lo tomaba tan grave después de todo era de la familia. - - Ella se me quedó mirando mientras hablaba por teléfono, no dijo absolutamente nada al respecto tomó su bolso y claro el susodicho celular... después de revisar por ultimo que no hubiera ningún rastro de lo realizado ahí , emprendimos el camino al hotel en donde sé que se pondría esto mejor... mucho mejor...

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Esposa para todo



Al conocer a mi esposa nunca me imaginé que todas mis fantasías se podrían hacer realidad.

Mi esposa y yo empezamos a fantasear con tríos y nos calentábamos mucho. Así que un día le propuse hacer realidad nuestra fantasía. Pusimos un anuncio en la red y esperamos una respuesta, que no tardó en llegar. Decidimos vernos con un hombre en un restaurante. La charla empezó muy directa, le explicamos nuestra fantasía y de lo que se podría o no. En un momento Juan se fue al servicio lo que aproveché para preguntarle a mi esposa qué opinaba de Juan contestándome ella que estaba guapo y se veía muy bien. Al llegar Juan fui yo el que propuse dirigirnos a un motel.

Al llegar Juan tomó a mi esposa y la besó muy tiernamente al mismo tiempo que acariciaba todo su cuerpo mientras yo únicamente observaba. Mi fantasía era ver a mi esposa cogiendo con otro hombre para después unirme y hacerle el amor entre los dos. Juan ya le había quitado su enagua y mi esposa le estaba quitando el pantalón a él. Al terminar de quitarle mi esposa toda la ropa, a Juan le quedó al descubierto una tranca mucho más grande que la mía y más gruesa. De inmediato mi esposa la agarró y se la metió en la boca dándole una de esas saboreadas que a mí me fascinan. Luego él se tendió en la cama y ella se puso encima de él haciendo un 69 muy bueno. Yo por mi parte ya estaba totalmente desnudo y con mi picha entre las manos. Luego Juan le dio vuelta y empezó a besar todo su cuerpo, mi esposa gemía como nunca lo había hecho y eso a mí me calentaba más. Al llegar a su boca tanto mi esposa como yo nos olvidamos de pedirle a Juan que se pusiera el condón. A decir verdad yo no quería pues deseaba ver a mi esposa con el cocoy chorreando semen de otro hombre. Juan tomó las piernas de mi esposa y las abrió para meterle su tranca hasta el fondo, ella me miró y al sentir semejante pedazo de carne entrar en su cocoy hizo una cara de placer como nunca la había visto. Al entrar todo ese monumento en mi mujer Juan se puso a bombearla y mi esposa a seguirle el ritmo. Pronto y más rápido de lo que pensé, ella estaba teniendo un maravilloso orgasmo, pero no sólo uno sino que tuvo tres seguidos. Luego Juan se volteó y mi mujer se sentó encima de él tragándoselo todo. Ella empezó a subir y bajar lentamente sintiendo como esa tranca le llegaba hasta el fondo de su cocoy.

Estaba tan excitada que no se dio cuenta cuando yo me subí a la cama, lo único que la hizo salir del trance fue al sentir mi lengua abriendo paso en su ano. Yo estaba tan excitado que no me importó la proximidad del miembro de Juan con mi cara, yo lo único que quería era sentir a mi esposa gozar. Cuando sentí el ano de mi esposa bien dilatado me levanté y arrimé mi picha a su trasero y fui empujando lentamente pero sin detenerme ni un instante. Ella dio un grito y luego sentí cómo gemía de placer hasta llegar a un orgasmo terrible. Yo no paraba de bombear su trasero y Juan le daba fuerte por su cocoy y en un momento dado nos corrimos los tres a la vez. Yo saqué mi miembro ya flácido del trasero de mi mujer y pude ver cómo bajaba un chorro de mi leche desde el trasero hasta la cocoy donde se mezclaba con la leche de Juan y los jugos de mi esposa, pero Juan estaba duro todavía así que mi esposa se levantó y viéndome a la cara me hizo realidad otra de mis fantasías. Le dio una saboreada a Juan y después de tres minutos de saborearlo como sólo ella sabe, él le disparó toda su leche en la boca; ella no se la sacó sino que siguió saboreando hasta dejarle la picha totalmente limpia. Luego nos metimos a la ducha y nos mudamos para salir del motel muy satisfechos todos. Después de esto lo hemos hecho varias veces más y cada vez es más excitante. El hecho de ver o saber que mi esposa es tirada por otro hombre me pone a mil. Por eso después de hablar muy detenidamente decidimos que ella trabajara de prostituta. Ella día a día es tirada por uno o varios hombres y luego me cuenta como se siente.

Un día llegue a casa antes que ella y al ser casi las doce de la noche recibí una llamada de ella para que llegara a un motel. Yo abordé un taxi y en menos de tres minutos estaba allí. Al entrar a la habitación me encontré a un hombre de unos treinta y cinco años completamente desnudo. Y a mi esposa con una toalla cubriéndose. Miré extrañado pero me convencí de que lo pasaríamos genial. Mi esposa me animó a quitarme la ropa y yo no me hice de rogar, esta vez pude ver que mi miembro era del tamaño del de Pablo. Ya ellos habían estado cogiendo por dos horas aproximadamente y a mi esposa se le ocurrió decirle a Pablo acerca de mí. Yo comencé por besarla a ella y meterle mano, mi sorpresa fue sentir el cocoy de ella totalmente lleno de semen, ella me diría luego que él la calentó tanto que no quería desperdiciar la leche en un condón, eso me excitó más todavía. Yo la besé y la acaricie mientras Pablo tomaba un trago y agarraba aire pues ya le había dado tres leches a mi esposa.

Al llegar al trasero de ella lo sentí un poco dilatado por lo que sin ningún reparo pregunté por esa situación, a lo que Pablo me contestó que él había intentado meterla por allí pero no pudo pues a mi esposa le dolía mucho. Yo empecé a pasarle mi lengua por el trasero y luego la fui metiendo poco a poco: esto me da muy buenos resultados. Mi esposa mientras, le había agarrado el miembro a Pablo y lo saboreaba como si fuera el último helado en el desierto. Cuando el trasero de mi esposa estaba listo y la picha de Pablo tiesa como un bate de béisbol cambiamos de posición y Pablo se situó detrás de ella, ella de cuatro patas y yo agarré las nalgas de mi esposa y las abrí para que entrara el instrumento de Pablo. Ver cómo iba entrando esa picha en el trasero de mi mujer me excitó muchísimo y sentí que me correría sin siquiera meterla. Al tener dentro de su trasero toda la picha mi esposa se empezó a mover haciendo que la picha de Pablo entrara y saliera. Pronto Pablo sincronizó el movimiento con mi mujer; yo acerqué mi miembro a la boca de ella para que me la saboreara. En cierto momento ella me dijo que tenía ganas de orinar a lo que le dije que lo hiciera allí mismo. Ella entendió pues en la casa cuando estamos haciendo el amor y a ella le dan esas ganas inmensas de orinar yo me acuesto y ella se pone de cuclillas y me da todo ese líquido en mi boca. Así que ella me vio y volvió la cara hacia Pablo. "Ustedes dos son iguales" dijo ella enseñándome las sábanas mojadas de orines y me dijo que él le propuso lo mismo antes.

Yo me acosté en la cama y ella empezó a orinar encima de mí, al principio había un sabor un tanto diferente, fue cuando caí en la cuenta de que Pablo había tirado toda la leche dentro de mi mujer, yo hice intento de quitarme pero me detuve al oír a mi mujer teniendo un orgasmo, y al sentir el sabor de sus jugos mezclados con los de Pablo y la orina, me excité muchísimo y exploté de inmediato. Mi esposa se dio cuenta de esto y cogió mi miembro y se lo metió a la boca tragándose toda la leche. Yo estaba duro aún y Pablo al ver todo esto se le puso como una roca también. Él estaba acostado viendo el espectáculo, entonces yo empujé un poco a mi esposa y ella entendió lo que quería. Ella se puso encima de Pablo y lo cabalgó con una fuerza, ella estaba fuera de sí y según palabras de ella nunca había sentido tanto placer como ese. Yo me acerqué por detrás y la recosté al pecho de Pablo para que me quedara el trasero parado, pero mi visión fue más allá y en vez de metérsela por el trasero, se la metí de un empujón en la cocoy. Ella dio un grito de dolor pero se fue calmando poco a poco hasta que otra vez gritaba de placer. Ella se movía y gritaba como nunca, eso hizo que Pablo no aguantara mucho y le diera la leche a mi esposa, yo no creía que ese hombre pudiera dar tanta leche; pero otra vez le dio la leche casi inmediatamente a mi esposa. Yo tampoco pude aguantar y le solté toda la leche dentro del trasero a mi mujer, pero inmediatamente mi mujer tuvo otro orgasmo.

No nos habíamos percatado del tiempo y al revisar el reloj nos dimos cuenta de que eran las seis de la madrugada. Nos metimos todos a la ducha y mi esposa nos dio otra saboreaba a los dos. Luego nos vestimos y antes de salir del motel Pablo le dio a mi esposa cien dólares como pago. Esto me calentó y nada más llegar a la casa me le fui encima y prácticamente le arranqué el vestido. Ella me dijo que estaba cansada y adolorida de la noche pero yo no hice caso y la acosté y empecé a saborear su rasurado cocoy. Ella se dejaba hacer y luego se dio vuelta. Yo sabía que ella estaba adolorida así que la mamé y dejé que me saboreaba hasta llegar juntos al orgasmo. Luego la abracé y juntos nos dormimos hasta mediodía. Los días siguientes hicimos el amor como si nunca nos hubiéramos visto. Ahora estamos planeando una orgía donde ella será la única mujer e invitaremos a unos cinco hombres.


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Pamela en la oficina


Soy Pamela, vuestra rubia más cachonda, no tengo que describirme por que ya lo he hecho en alguna otra historia que os he contado y me seguiré describiendo en otras muchas historias que me han sucedido y que me gustaría contaros. Bueno, muchos de vosotros ya sabreis que me gusta poner mi dirección en listas de contactos, pues aunque el sexo real es lo más maravilloso de este mundo, también me gusta mucho el sexo cibernético, me encanta tener correspondencia erótica con chicos y chicas, contarles mis ocurrencias y fantasi as, que me las cuenten, ver las fotos que me mandan de ellos mismos, desnudos, en poses fantásticas, fotos de sus hermosas miembro, tirando con sus chicas, ect.

De verdad, os podeis creer que me pongo a mil por hora con todas estas cosas, tanto que voy a contar una de mis intimidades... lo que hago con vuestros e-mail. Aunque desde mi casa también puedo recibir el correo electrónico, he cogido gustito a leer todos los días vuestros mail desde la oficina en la que estoy trabajando desde hace algún tiempo, es una oficina grande , con 3 compañeros más , pero como estoy en una mesa de despacho cubierta hasta casi el suelo y con la pantalla de mi ordenador hacia la pared, puedo tener cierta intimidad. De todas formas, me da mucho morbo que me puedan pillar.

De vez en cuando me llegan correos muy buenos, con fotos y todo que consiguen ponerme muy, muy, muuuuy cachonda, como el de un tal Carlo que me llegó el otro dia...

Recogía mi correo como cualquier otro día, había leído ya varios mail muy calientes y estaba bastante excitada, yo aun así me afanaba en disimular y hacer como que trabajaba. Entonces , al abrir para leer el mail del mencionado Carlo me llevé una agradable sorpresa.El tio, aunque parco en palabras, me había enviado una foto suya en la que aunque estaba vestido de cintura para arriba (una lastima) mostraba todos sus encantos de ombliguito hacia abajo. Rápidamente mis o jos se clavaron en su hermosa miembro y sus bonitas pelotas, mi cocoy instintivamente comenzó a humedecerse mientras que mi boca se me hacia también agua. Era un miembro hermoso, grande, muy grande, dura, poderosa, preciosa y muy bien flanqueada por dos estupendos testiculos redonditos , solo pensaba en esa maravilla (de verdad, no exagero) todo mi cuerpo pedía guerra, mi boca solo quería besarla, recorrer toda su longitud con la lengua desde la punta hasta los huevos, meterla en mi boca , disfrutar y disfrutar hasta exprimir la ultima gota de fluido. Llegados a este punto, como imaginareis estaba cachondisima, con mi chorrin hecho aguas y mis pezones muy duros , grandes y puntiagudos (cuando estoy así crecen mucho, yo creo que por lo menos 1 cm o más) apuntando por debajo de mi camisa. Así que no pude aguantar más, me levanté y fui veloz a encerrarme en el lavabo, nerviosa metí las manos por debajo de mi faldita hasta coger mis mojadas braguitas y tiré de ellas hasta quitarmelas, las escondí en el bolso y salí hacia mi puesto de trabajo como si nadUna vez ante el hermoso miembro, disimuladamente levante mi faldita hasta tener casi visible mi pubis y mientras con una mano manejaba el ratón del ordenador con la otra acariciaba toda mi conejito, jugueteaba con mi clitoris e introducía los deditos en la cocoy.

A la vez, mi cabeza estaba ausente, solo pensaba en ser introducida por ese poderoso miembro, introducida por delante, por detrás, tenerla entre mis grandiosos melones hasta regarme con su leche. Tuve un orgasmo de campeonato...

Ahora sabeis lo que hago con vuestros E-mail, así que espero que pongais empeño al escribirlos y me dediqueis vuestras fotos más excitantes... Pues deseo seguir halandome  en la oficina pensando en vosotros...

Solo espero que mis compañeros y mis jefes no me pillen nunca, aunque tendriais que ver los ojos que ponen cuando me ven pasar delante de ellos con mis imponentes pechos coronados por dos grandes pezones...


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