miércoles, 22 de noviembre de 2017

Pendejita trola (9 min.)


Estábamos de joda en la casa de Lucho, una noche de verano, más al pedo que una monja en un bulo, aunque planeando nuestro viaje de egresados a 10 días del mismo. Éramos el Guille, Maxi, él y yo. Al principio unos mates y la play a full. Después unas patis con birra bien fría entre rock nacional, truco, cigarrillos, chistes y boludeces acerca de nuestras novias. Maxi era el único que todavía no la ponía, y eso le daba el título del más pajero del grupo. Tanto que usaba las horas de historia para leer porno con Lucía, la traga leche del aula.

Pronto todo lo que se decía era absolutamente irrelevante, cuando Lucho dijo que no daba más de sueño, pero que nosotros la sigamos, siempre que luego ordenemos un poco, y se fue a dormir.

Ya eran las 3 cuando Nati llegó media borracha de la calle, justo en el momento en que yo preparaba una sangría. Nati es la hermana de Lucho, y es una seductora pendeja que está que se parte por donde la mires. No venía bien de cola pero portaba unas tetas que rajaban la tierra, una voz trasnochada aunque muy calentona, una cinturita sexy, una boca chiquita con pinta de ser excelente mamadora y unos ojos azules de gata perversa. Igual, ninguno pensó en cogérsela. No solo porque Lucho nos desfiguraría a trompadas. Todos hablaban de ella en el colegio, y no queríamos bardo con nuestras novias por culpa de su reputación.

La piba se quedó con nosotros, empinando botellas y hablando de todo, hasta de fútbol. Incluso sabía una bocha de bandas de rock. Pero no podíamos creer que luego nos contara como al pasar que recién llegaba de lo de una amiga, donde se armó una tremenda orgía entre dos minas y cinco vagos, y que terminó muy quenchi porque solo podía mirar. No participó porque perdió una apuesta.

Nos re calentaba escucharla relatarnos cada jugada, cada palabra que decía o gesto que hacía, cuando Maxi interrumpió con una de sus ideas:

¡¿y si te enfiestás con nosotros guachita?!

Ella nos miró abriendo exageradamente las piernas y dijo que sí con la cabeza sacando la lengua

Mientras explicaba que una de sus amigas tuvo su primer doble penetración por la concha, y que la otra se tragaba toda la leche de todos, los tres le relojeábamos su bombachita roja y mojada, dado que tenía una pollerita muy cortita, un top sin corpiño y un hambre de guerra que le evaporaba la claridad y nos hacía salir de nuestras pieles.

Ella se sacó el top, los tacos y la pollera con una velocidad asombrosa, se puso a bailarnos con la gracia de una cabaretera de oficio aunque demostrando poco equilibrio mordiendo sus labios, apenas rozando sus lolas con las yemas de sus dedos, meneando las caderas con la sensualidad del mar y suspirando bajito.

¡¿assí de fácil sos nenita?!, le largó sin procesarlo el Guille, que había olvidado su malhumor por no tener más puchos.

¡que sea la hermanita de Lucho no significa que tenga bigotes, o una pija parada!, replicó Nati cambiando su sonrisa erótica por una un tanto más siniestra. Después apagó el cd de Los Redondos, se sentó en el medio de Maxi y Guille, a quienes les bajó la bragueta y empezó a juguetear con esas dos vergas paradas. Se agachó prefiriendo la de Guille y comenzó a lamerla poco a poco hasta darle rienda suelta a un pete sabroso mientras Maxi le metía mano por las gomas y yo me pajeaba desnudándome.

La perra se atragantaba repitiendo: ¡síiii, lechita para mí solita, qué ricoooo, quiero mucha pija en mi boca, mucha lecheee!, al tiempo que yo, aprovechándome de su inclinada postura la besé por donde quise s mi antojo, y Maxi le intentaba sacar la tanga. Pero yo le gané de manom aspiré su aroma tras un nariguetazo furtivo, me la enredé en el tronco de la verga a la vez que ellos la acostaban en el sillón con los ojos al cielo, y, pronto comenzamos a besarla inmensa y extensamente, obviando su conchita y sus tetas para hacer que nos desee y pida por favor por nuestra virilidad.

Luego la dimos vuelta para morderle endiablados esa colita fresca, la que Maxi le amasó con su palo de carne bien altivo y con sus huevos gigantes. Se las moldeó con las manos como a una plastilina, le dio unas escupiditas, unos chirlos, y cuando le separó las nalgas con la puntita ella se levantó presurosa diciendo:

¡por la colita ni se te ocurra taradito!

Esa fue nuestra oportunidad para lamerla y olerla por todos sus rincones cual animales en celo, y no tardamos en arrodillarla en el suelo y rodearla con nuestras pijas para que chupe de a una, para que las saboree bien hasta los huevos y recorra con su aliento nuestras ganas de acabarle en la garganta. Estuvo así unos 10 minutos pidiendo piedad, que no se la clavemos tan adentro, que la dejemos tomar aire, que le digamos que es una trolita, y otras cosas que nadie entendía. Pero nos volvía loquitos oírla mamarnos la verga así, por momentos intentando meterse de a dos.

Aclaro que a mí me la chupaba con su tanga rodeando mis venas gruesas, hasta que me dijo que le avise cuando esté por acabar. No hubo tiempo. En un espasmo feroz le encremé las mejillas y toda su bombacha, mientras Maxi le chupaba la concha y le hacía probar su esencia cuando se la tranzaba como un tortolito, y vi que le cacheteaba el culo implorándole que no deje de pajearlo. La petiza se puso la bombacha sucia y se acomodó en 4 patas en el piso. Maxi, luego de mojarla con agua fría para hacerla gritar se le subió encima para calzar sin prejuicios su pija virgen en esa vulva de labios carnosos, aunque con un clítoris visiblemente ardiente, erecto y rosado, y con un aroma exquisito. En breve se la hacía mamar de parado cuando yo preparaba otro trago. Como era para él, mi amigo me liberó la zona para que mis axilas vuelvan a sudar de alegría con otro pete de esa guachita que se babeaba a mares. Ella bebió un poco de nuestro gancia con limón para entonces mandarse más animadas nuestras vergas nutridas de euforia haciéndonos gozar con los soniditos de cada empujada cerca de su campanilla, o de aquel medio sopapero cuando se la sacábamos de repente de la boca.

Entre todo eso Maxi era seguro el más dichoso bombeando lento, sin prisa pero cada vez más encallado en su interior, y alentado por lo que la piba le decía:

¡así nenito, dale, haceme tuya, dame más pija, dale que soy tu puta guachito!

Como no había otro desenlace posible, primero la nena se comió la leche de Guille y en segundos la mía. Era tan especial ver cómo le chorreaba la carita que hasta le saqué un par de fotos. Medio que se puso nerviosa y empezó a suplicarnos que no las subamos a internet. En eso Maxi se la sacó después de arrancarle la bombacha rota a esa altura, y frotó su músculo fornido sin elegancia pero bruscamente en sus gomas, donde acabó como para reconstruirle la piel.

Enseguida nos hizo reír a todos cuando mientras jadeaba con los ojos desviados dijo: ¡hace dos días que no me pajeaba guachona, porque sabía que hoy iva a estar con el amor de mi vida, y yo le iba a dar toda la leche!

Maxi siempre había dicho que antes de moverse a la Nati se la cortaba. Solo la casualidad pudo cambiarle la opinión.

Pronto ella bailó otra vez exhibiéndose para nosotros en una paja que la hacía gemir como bebita, hasta que luego dio un cruce de miradas fulminantes y dijo:

¡chicos, ustedes tienen forritos?, porque no quiero quedar embarazadísima de 3 calentones, y menos de un virgencito… qué rica lechita me dieron por diooos!

Esto último lo dijo a la vez que se mordía el labio inferior, aspiraba una baba invisible, se lamía el pulgar y hasta uno de sus pezones. No sé cómo lo hacía pero lograba chuparse las tetas esa cochina, y se la estaba buscando evidentemente. Ella misma nos insinuaba lo que necesitaba cuando se abría la cola con las manos y se dilataba el agujerito con sus jugos y su saliva, o cuando simuló sentarse en el pico de una botella llena de vino.

Maxi se sentó masajeándose la poronga en la mesa ratona, yo la alcé para sentársela encima y, mientras la Nati me la manoteaba para pajearme EL GORDO comenzaba a empomarle el culo sin reparo ni resistencias.

Guille, después de mandarse un fondo blanco de whisky se sumó para cogerle la boquita parado y descalzo sobre el sillón. Ella no sabía cómo tomar aire en medio de jadeos entrecortados, ríos de saliva y sudor como un volcán y el concierto de groserías que se nos ocurría. El gordo se la siguió culeando a placer, y nosotros con Guille nos alternábamos su boca apretadita pero muy golosa, hasta que la chancha se izo pis mientras se disculpaba. Dijo que le dolía mucho porque Maxi la tenía muy gruesa. Luego, haciendo unos pucheritos para que la perdonemos, olía, mordía y escupía mi slip y el de Guille, cosa que por alguna razón irritó al gordo que le encajó la pija en la boca donde, finalmente le saltó un borbotón infernal de leche a la vez que le getoneaba: ¡mamala putaaa, daleee, chupala bien chupadita nena trolitaaa!

Entretanto el Guille le besuqueaba la conchita meada haciéndole cosquillas. Era hermoso verla reírse cada vez más enchastrada.

Supongo que por el estallido de risas entre el Maxi y Guille apenas la enana se meó, pronto escuchamos unos pasos en el pasillo que provenían de la pieza de Lucho, y entonces, él apareció en bóxer, con su cara de orto natural, justo cuando ella recibía mi pija de a trocitos en la concha, ambos sentados en la mesita. Los otros le chupaban las tetas.

Pensamos lo peor. Incluso quisimos detenerlo todo, salir corriendo como ratas envenenadas y acusarla. Ellos permanecieron tan desconcertados como yo. Pero el fuego que nos invadía era sublime.

Lucho se encargó de destrozarnos el panorama cuando dijo golpeando las palmas:

¡siempre la misma meonsita vos Natalia… salí de ahí ya!

La nena salió con los ojos atravesados rumbo al baño o a su cuarto. Pero Lucho se le interpuso para tomarla de un hombro y decirle: ¡eeey, a dónde vas nena, vení, chupamelá un poquito a mí zorrita!

La cazó del pelo, la apresó contra la pared y le dio unos azotes en el culo mientras se quitaba el bóxer. Se agachó para olerla y besarle las nalgas con unas morisquetas perversas.

La arrodilló a la fuerza y le dijo: ¡dale bebé, olé mi calzón putita… ¿querés que tu hermanito te dé la mema chiquita?!

Nosotros no sabíamos qué hacer, hasta que Lucho dijo que miremos sin movernos de nuestros lugares. Así vimos cómo le fregó su bóxer por toda la cara, cómo le hizo lamer sus huevos y cómo la Nati le comió toda la pija sin decir ni mu, pegándose en la cara y las tetas con semejante escudo, escupiéndose a sí misma y lloriqueando, porque él se lo pedía.

¡llorá maricona, sos muy putita vos eh… sacame la leche como a ellos, chupá más asquerosa, y no te hagas pichí porque cobrás!

Todo hasta que Lucho desprendió un tambo de semen desde su cara hasta su ombligo casi, y la aplaudió satisfecho.

¡bien nenita, esa es mi hermana, así se hace guacha… ahora echate todos los polvitos que quieras, y ustedes acábenle adentro que toma pastillas!

Nosotros, confundidos y perplejos nos pajeamos como locos con tamaña escena. Lucho se sentó a fumar un fasito mientras la nena volvía a subirse sobre mí para que le dé bomba a su vagina fresca, el Guille regresó a chuparle las gomas, y EL GORDOmedio que se dormía tras acabarse dos veces viendo a la Nati petear a su hermano así de puerquita. Lucho observaba cómo ella subía y bajaba de mi pija gimiendo en mi oído, resoplando mi cuello y marcando sus uñas en mi espalda para sostenerse mejor. El Guille pronto se la empezó a introducir en la colita aprovechando que yo la sujetaba, y en menos de lo que creímos la nena se rebalzaba sus túneles profundos con nuestras estocadas a fondo, todo lo que estuviese al alcance de la lujuria. Lucho la filmó un ratito con su celular, y enseguida la tentación lo trajo a ella solo para lamerle las tetas.

Nati seguía pidiendo más, estremeciéndonos con su aliento a verga. Apenas murmuró que quería hacerse pis Lucho le remarcó: ¡che, dale, meale la pija como una perra!

Yo le estacioné toda mi leche agitada en su cueva, exhausto y caliente. Guille no tardó en imitarme, aunque explotó en su culito candoroso cuando la guacha otra vez se la chupaba a su hermano, al parecer con unos mimos deliciosos a sus bolas. No vimos cuando le acabó, pero al tiempo que juntábamos nuestras cosas y nos vestíamos para irnos la descubrimos casi dormida en el sillón, enlechada, con moretones y suspiros fugaces, con la cabeza sobre la pierna del gordo que por fin abandonó su virginidad. ¡y le tocó a lo grande, con sus amigos y una ricura cogible por donde quieras!

Fue muy sabrosa la Nati, y lo mejor del mundo es que salimos ilesos de las gigantes manos de Lucho. Como EL GORDO no podía despertarse por la cantidad de birra en su sangre, al otro día nos re puteó porque tuvo que quedarse a limpiar todo nuestro desorden. Aunque no le jodió para nada lavar los almohadones del sillón que meó la Nati. Además almorzó con ella! Fin

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Carlos y la extraña (3 min.)


Este relato trata de cómo un joven pierde la virginidad con una extraña y fogosa viuda que le seduce cuando la ayuda con las bolsas de la compra.

Carlos era un joven de unos 18 años, 1,77 aproximadamente, pelo negro corto, ojos negros y constitución fuerte que no gordo sino que estaba bastante musculado pero sin llegar a ser un culturista, la verdad es que era apreciado por las chicas pero no tenía novia ni había tenido solo alguna amiga, acababa de salir de casa de un amigo cuando se encontró en el portal con la vecina de su amigo, una señora de unos 47 años que vivía en el cuarto piso de un bloque de viviendas de un pueblo cercano a Madrid. Era una mujer a su edad bastante atractiva, la verdad es que Carlos aunque se había encontrado más de una vez con ella en el ascensor nunca había reparado en ella, medía 1,74 más o menos, pelo moreno corto, ojos negros, nariz pequeña y labios sensuales, más bien delgada pero con sus formas bien marcadas.

Se tropezaron en el portal, él se agachó a recogerle las bolsas y la ayudó a levantarse a lo que ella accedió y correspondió invitándole a lo que "quisiera" en su piso de una forma bastante coqueta y sugerente a lo que nuestro amigo accedió sin sospechar la tarde de pasión que le esperaba.

Subieron al piso de ella, le invitó a ponerse cómodo mientras le ofrecía algo para beber, pidió una "coca", ella se la trajo dejándole completamente ensimismado ya que ella se había quedado con una camiseta que le llegaba por las rodillas que dejaba entrever que no llevaba sujetador y unas braguitas que se medio transparentaban a través de la fina tela. Le dio la coca-cola mientras se sentaba a su lado, le preguntó que hacía en el edificio a lo que él le contó que su amigo vivía allí entonces ella le puso una mano en la rodilla mientras con los dedos cogía el hielo del vaso de él, se lo metía en la boca y se inclinaba hacía él para besarle y hacer que él jugase con su boca con el hielo mientras se besaban, ella le quito la camisa mientras le puso la mano encima de la polla la cual sintió a través del pantalón tenía buen tamaño.

Le soltó el pantalón arrodillándose delante de él y sacándole la el pene e introduciéndoselo en la boca tras haber deslizado la piel hacia abajo y liberado el glande el cual mordisqueaba como si fuese una fresa o una rica cereza, lo chupaba como si fuese un gran pirulí, él no salía de su asombro mientras ella lo mamaba le quitaba los pantalones, él le quitó la camiseta y vio sus tetas unas tetas rotundas pero nada caídas que terminaban en dos grandes pezones los cuales él pellizcaba, ella se metía los huevos de él en la boca mientras se la chupaba, le hizo tumbarse en el sofá boca arriba y agarrarse la polla poniéndola vertical e introduciéndosela ella en el coño hasta dentro y empezando a cabalgarlo como una gran amazona echándose hacia delante para que él pudiese besarle los pechos y pellizcarle los pezones, ella le guiaba, guió las manos de él hasta su culo y se introdujo uno de sus dedos en él mientras lo seguía cabalgando, ella estaba completamente caliente, él todavía no había reaccionado, entonces ella le descabalgó con brusquedad y se puso en el suelo a cuatro patas apoyándose en el tresillo y pidiéndole que se la metiese por el culo a lo que él accedió primero cogió con sus dedos alguno de sus flujos y fue humedeciendo la entrada y su polla para posteriormente introducirla un dedo y girara un poco intentando dilatarlo, siguió metiendo dedos hasta que tenía tres dentro, entonces los sacó y puso su polla en la entrada empujando hacia dentro ligeramente, entro la punta, ella le gritaba pidiéndola toda estaba cachondisima, no podía mas a lo que él respondió penetrándola con brusquedad. AAAAAAAAAAYYYYYYYY! Chilló ella, mezcla de dolor y de placer, empezaron a cabalgar como animales mientras él la masturbaba con sus dedos. Sigue, sigue, sigueeeeeeee, decía ella. Aaaaah,Aaaaah, yaaaaaa, decía él mientras sacaba la polla eyaculando en su espalda mientras ella se retorcía del orgasmo que acababa de tener. Ella se puso de rodillas y se metió la polla en la boca limpiándole toda y dejándola reluciente mientras él posteriormente hacía lo mismo con el coño de ella y su espalda.

Se ducharon juntos y quedaron para en una ocasión posterior

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Mi mejor maestra (3 min.)


Hola, mi nombre es Adolfo y les cuento mi historia que es 100\% verídica. Todo pasó hace como un año mientras yo estudiaba el ultimo año de preparatoria en mi escuela (que voy a omitir el nombre por ciertas razones),yo me caracterizaba por tener muchas mujeres a mis alrededores soy un poco fuerte y tengo mucha musculatura en fin un día como todos fui a tomar la clase de computación en la cual yo tenía muchos problemas ya que iba reprobar el año, le suplicaba a la maestra que me ayudara para que no reprobara y así fue .

Ella era llenita y tenía un gran culo y unas tetas que se podían comparar con ubres las tenía un poco caídas , tenía unos 45 años su nombre era Iliana un día yo estaba platicando con unas amigas y se acercó a charlar con nosotros yo no podía dejar de mirarla ya que me llamaba mucho la atención ese gran culo y esas tetas, entonces me puse erecto y me fui. Esa tarde yo me quedaba a la clase extraescolar de fútbol americano y la vi salir y fui y le hice la plática para que así aparte de que yo ganara puntos para mi examen pudiera relacionarme más con ella, le dije:

-Hola cómo está ella se sorprendió y se me quedó viendo con cara de qué se trae este muchacho y le hice la plática y todo acabó con una tremenda erección de mi parte.

Esa tarde me dijo que me ayudaría a estudiar para el examen yo con tal oportunidad no iba a dejar que se pasara fui a su casa , que era un simple departamento ahí ella me invitó a entrar estaba con una faldita que dejaba ver su gran culo y una playera que le apretaban sus senos en ese momento me empezó a excitar cuando se paraba a recoger algo me ponía mi polla hasta el borde ella lo notó y lo seguía haciendo a propósito ya que lo hacía con más costumbre y me dejaba ver sus hermosas piernas, cuando ya me iba a ir se paró a recoger la mesa yo me paré detrás de ella entonces se le cayó un libro y se inclinó a recogerlo y su culo rozó mi verga erecta y lo sintió porque se empezó a mover pero lo dejo de hacer a los pocos minutos en fin ese día en la noche me retiré a mi casa donde me hice una paja espectacular pensando en mi maestra Iliana.

Pero a la noche siguiente un día antes del examen volví a ir a su casa para volver a estudiar toqué pero me fijé que estaba abierto cuando entré ella se estaba bañando y yo me quedé admirando esa figura entonces salió de la regadera cuando me vio se espantó y tiró la toalla , yo la recogí y se la di entonces nos quedamos viendo y salté sobre ella con un beso apasionado que mi lengua entró casi a su garganta y estaba jugueteando con su lengua en ese momento ella me bajaba el pans y sacaba mi polla de unos 23 cm de puro poder me la empezó a sobar y acariciar y a mamar de forma espectacular que hasta ahora ha sido la mejor se la tragaba enterita y entonces sentí que estaba en la gloria se comía mi pija, con su lengua lamía desde los huevos hasta la punta, me vine en su boca y gimió como nunca, después me le acerqué a su vagina y se la intenté chupar pero ella no me dejó y se puso hincada y empecé a sobarle sus senos y a chupárselos todos de repente ella volvió a tomar mi verga y la puso entre sus senos y me empezó a hacer una rusa sus senos se movían de arriba a hacia abajo sentía tan rico y entonces me vine en ella.

La senté en el sillón y empecé a chupar sus pezones duros de excitación me puse sobre de ella y ella agarró mi pene y se lo acomodó para que yo la pudiera penetrar y así fue se lo metí casi hasta el tope ella gemía de gusto y mis movimientos iban aumentando cuando tuvimos el primer orgasmo no cansada me empezó a chupar la verga hasta que se me volvió a parar la cambié de posición y la puse de cañón y le estaba dándole por su concha sus tetas se movían de arriba hacia abajo y tuvo su segundo orgasmo y me dijo que la penetrara por el culo me acerqué hacia él y se lo empecé mamar para que estuviera un poco resbaloso y metía 2 dedos para empezar a dilatarlo ya cumplido el objetivo me paré detrás de ella y se lo empecé a meter lentamente y luego fui acelerando veía sus tetas cómo colgaban y me dediqué a agarrarlas ya después de mucho tiempo tuvo su tercer orgasmo. Terminamos tirados dándonos besos en la cama y le dije que si me podía llevar a mi casa y cuando se estaba vistiendo y la agarré por atrás le empecé yo a poner su sostén mientras le chupaba sus chichis y entonces le dije que no se pusiera calzón y ya me llevó, pero al llegar le dije que bajara su asiento y se subió encima de mí y empecé a penetrarla y le agarraba sus senos me comía sus pezones y tu vimos nuestro cuarto orgasmo de la noche me bajé hacia donde estaban los pedales y le empecé a chupar su concha y jugaba con su clítoris hasta que se vino en mí y me tomé todos sus fluidos sabían tan rico.

Ya en mi casa mi mamá me preguntó que por qué tan tarde y yo le dije estaba estudiando y Iliana y yo nos seguimos frecuentando y adivinen cuál fue mi calificación.

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Era mi turno de sentir lo mismo que la lavandera (7 min.)


Todo transcurrió normal, claro que no se imaginaban que yo los había visto; sin embargo me quedaba muchísima curiosidad si eso era muy seguido, por lo que me propuse estar muy pendiente y cautelosamente espiar que hacían.

Un Viernes no tuve clase por ser día festivo, y avise a mis padres que me iría a casa de mis abuelitos, cuando llegaba mi abuela estaba saliendo y me dijo, ¡ya me aviso tu madre y esta bien¡, cámbiate de ropa, haces tu tarea y procura no salir, tu abuelo se fue de parranda anoche y no ha llegado seguro que vendrá tomado a dormir todo pestilente a licor, por favor no quiero que te regañe; ya sabes que es muy delicado y tomado peor. Yo voy a visitar a tu tía "Chata" que se fracturo la cadera y esta en una clínica, voy a llegar tarde; hay comida en la cocina y en el refrigerador, sírvete y no veas mucha televisión, me dio un beso y se fue.

Rápido me subía a mi cuarto, me cambie y me metí en el cuarto de mi abuelita para usar sus pinturas y oler sus perfumes como me gustaba hacerlo imaginándome que era ella, estuve un rato fantaseando así hasta que escuche que la puerta de la cochera se abrió, comencé a guardar en su sitio todo lo que había sacado pero cuando me di cuenta los pasos se acercaban a la habitación, me metí rápidamente al closet y medio cerré.

Se abrió la puerta de la recamara, cayeron algunos objetos y escuche unos como balbuceos, era mi abuelo estaba ebrio, se quito el saco y los zapatos, abrí un poco mas para ver mejor, estaba despeinado y su barba sin afeitar, se sentía en la habitación un olor a licor, entro al baño y le escuche orinar, solto unos pedos muy ruidosos y se dirigió a su cama, me escondí un poco, se sentó y se tomo el resto de una botella, la arrojo diciendo algunas majaderías sobre mi abuela y se dejo caer para atrás sobre su cama.

Espere un rato hasta que mis piernas se estaban entumiendo, sus ronquidos me dieron la señal que estaba durmiendo, salí del closet para huir pero me detuvo la imagen de mi abuelo, boca arriba con la camisa semiabierta su barriga peluda que temblaba como gelatina mientras roncaba. Mi mirada bajo por su pecho, barriga y se detuvo en la bragueta; estaba también semiabierta; el pantalón estaba mojado con sus orines y olía muy fuerte a licor y orin, sus manotas gordas estaban a los lados de su nuca soportando el peso de su calva y canosa cabeza.

Sus piernas abiertas colgaban por el borde de la cama hasta posarse en la alfombra, me fui acercando, el cinturón estaba suelto y el boton de su pantalón también, retire con cuidado el cinturón hasta liberarlo completamente, solte los dos botones de su camisa y deje salir los tupidos pelos canosos de su pecho hasta su enorme barriga, deslice mi mano por su canoso pecho que rico senti, toque sus pezones puntiagudos y peludos, que sensación tan maravillosa, mis manos acariciaron su pecho y fui bajando nuevamente a su barriga, llegue a la bragueta y la termine de abrir. Sentí la humedad y el calor de su cuerpo, mis manos temblaban al empujar suavemente el pantalón hacia abajo, me concentraba en hacer bajar el pantalón, cuando por fin lo libere de sus pies y le mire, me di cuenta que se había bajado también un poco su calzoncillo, que precioso sus calzones le cubrían aún su miembro sin embargo su peludo pubis estaba completamente a la luz, arroje el pantalón a un lado y coloque mis manos en su pubis, deslice mis manos en su barriga, bordeando sus grasosas "llantas" velludas hasta perder mis dedos en sus tupidos pelos, su piel caliente y sudorosa, el olor penetrante aumentaba, solté los broches de sus calzoncillos y los baje, mi vista se clavo en los enormes huevotes brillosos colgantes, ¡cuantas venas!, ¡que enormes huevotes!, su pito estaba enredado en los pelos canosos y su glande se podía ver con facilidad, es mas, había algunos pelos que se habían quedado aprisionados con el pellejo de su pito, la piel del cuerpo de su verga estaba muy arrugada, mi mano derecha se posó en su huevo izquierdo y con la otra le pele su verga, el color de su cabeza era como entre rosado-blancuzco con manchas obscuras, el olor a orines aumento, mi nariz aspiró con morbo y excitación por ese aroma de macho, de macho viejo experimentado.

Mi abuelo seguía roncado su borrachera, acerque mas mi cara y pose mi cabeza sobre su pierna mientras contemplaba como sus huevotes se movían, se arrugaban y subían un poco, luego bajaban dejando la piel mas estirada, con mucho cuidado con mis dos manos cargue sus huevotes y los hice subir mas hasta hacerlos a un lado, la parte de debajo de sus huevotes era mas negra que arriba, los pelos blancos le daban un aspecto delicioso, con mi mano izquierda subía y bajaba los pesados huevos mientras que la derecha le bajaba y subía el pellejo del grueso pito de mi abuelito, entre sus ronquidos distinguía leves gemidos, seguramente estaba soñando con la lavandera con mi abuela u otra amante quizá. Me acorde que la lavandera casi le suplicaba le clavara su pito en su cuca mojada ¿y que pasaría si le paro su verga y me monto en el como la lavandera? ¿debe ser algo muy rico porque ella se veía muy felíz, además de que ella le pedía agritos su verga, en eso estaba cuando sentí la mano de mi abuelo sobre la mía haciendo mas presión sobre la puñeta, ¡Eso chaparra, juega mi verga, juégala corazon,,, ¿porque no le das una mamada a tu viejito mmmm?,,,¡anda chupa la verga de tu gordo!!!

Mi corazón latía muy fuerte y mi cuquita ya estaba muy mojada, él se acomodo y abrió mas sus piernas, sus huevotes colgaban brillosos cubriendo su ojete que en ese momento soltó otro ruidoso pedo, estuve apunto de soltar la carcajada pero me contuve, a pesar del mal olor que me rodeaba espere y volví a mi tarea; deslice mi lengua desde la parte mas baja de sus huevotes hasta llegar al arrugado pito, mi lengua no solo acariciaba sino que también movía los huevos hacia arriba o a los lados, me acerque y comencé a lamer el arrugado pito, se engrosó a medida que lo humedecía con mi saliva, repetí lo que vi hacer a la lavandera, abarque lo que pude de su verga ya semi-erecta y le masturbe, mi abuelo se movió bruscamente mientras soltaba unos gemidos y decía a mi abuela "te gusta mi verga vieja,,, comela, comela, se que te cagas por tenerla" tenia los ojos cerrados una sonrisa en la cara, ¿qué estará imaginando el abuelo en sus sueños?, seguí con las puñetas en su verga hasta que tuve que usar las dos, que grueso, realmente no era muy larga pero la cabezota estaba enorme, uní las puntas de mis pulgares y le rodee el tronco con los dedos índices y apenas lograba abarcarlo, estaba calientísimo, comence a masajear sus huevotes presionándolos y subiéndolos, cada ves que los aplastaba y al mismo tiempo le apretaba el pito le salía una gotita transparente y viscosa del orificio del grueso cabezón que habia cambiado de pálido a morado obscuro.

Nada me detuvo le mame los huevos, la verga, los pezones peludos y duros, acarcie su barriga y le segui masturbando, su verga brillaba por el moco que salía de el, me desnude, no podía mas, mi cuquita estaba empapada, me sentía como la lavandera, hambrienta, me urgía sentir lo mismo que ella, me subí y me coloque encima de mie abuelo así como vi hacerlo a la lavandera, monte mi borracho abuelo y con mi mano sostuve su tronco en dirección a mi cuca, sin pensarlo y recordando como la mujer subia y bajaba del gruesísimo palo de mi abuelo solté mi peso sobre su vergota, haaag que dolor, me perfore sola con la verga de mi abuelo, no girté, mordi mis labios y me deje caer en su cuerpo, creo que eso hizo reaccionar al abuelo que entre sueños me tomo de las caderas y comenzó a penetrarme con un salvajismo propio de su embriaguez; yo me deje, estaba muerta del dolor, de mi cuca sentía escurrir algo que era sangre, el me empujaba su vergota en mi cuquita y sus huevotes se azotaban como latigazos en mis nalgas, unos momentos después mi abuelo me giro quedando yo sobre la cama y el sobre mi, jalo y abrío mis piernas colocándolas sobre sus hombros, sus ojos abiertos como platos pero aún perdido en un sueño delirante de su borrachera, me decía ¡chaparra, (así le dice a mi abuela) te voy a matar a vergazos viejaaa!

Empujo su verga hasta lo mas hondo de mi matriz, me saco un pedo igual que a la lavandera, coloque mis manos en mi vientre para aminorar el agudo dolor que me invadía por dentro, sentí con claridad los poderosos huevotes de mi abuelo golpeando mi culo mojado, a esos momentos ya me bañaba su sudor y su aliento a licor, ya el dolor era olvido, su enorme pito me rompía el útero produciendo orgasmos múltiples que me agotaron dejándome hecha un harapo; coloque mis manos en su barriga peluda, deslice mis manos sobre su piel sudorosa y coloque cada mano en la parte trasera de sus piernas para empujarle mas y mas adentro de mi cuca, el se movía con fuerza y ritmo delicioso, mi abuelo me saco su tronco venoso y me coloco de lado casi en posición fetal, ¡viejita,,viejita, que puta te has vuelto! Me tenia asombrada, ¿que tan borracho estará que no se da cuenta que no soy ella?, se puso de pie y se puñeteaba la verga, sus huevotes le colgaban casi hasta media pierna, estaban llenos de mocos dispuestos a salir, me coloco a la orilla de la cama y así de lado me volvió a penetrar, esta ves mas profundamente, sus huevos mojados se adhirieron a la tersa piel de mis nalgas mientras mi abuelo me perforaba con un suave pero firme ritmo.

¡Haaaa pero que apretadita estas hoy chaparra!!!! Me estas mordiendo la verga con tu coño como si fuera nuevo,,, mmm que rico chaparra, muérdeme la verga, muérdemela chaparrita,,,cómele el pito a tu viejo,,,,¿te gusta,,,te gusta?, haaaammm me vas a reventar los huevos si no me haces venir pronto aaaaah!, nuevamente me giró con mucha desteza como si fuera yo de trapo, dejándome en cuatro patas coloco la cabezota en mi cuquita y me la empujo abriendo mi vulva como jalea,, haaaaaaggg grite de dolor ¿te dolio cabrona? Apenas te me ti la cabeza,,,espera que te voy hundir todo hasta que me mojes los huevos, seguido me dio un empujón tal que me quede casi sin aire.

Fueron algunos minutos, me vine no se cuantas veces; me sentía casi inconsciente, me clavo como si fuera la puta lavandera, me saco su garrote me puso nuevamente de frente a él y me abrió las piernas; me penetró con fuerza y comenzó a bombear violentamente mi coñito, su barriga se bamboleaba con cada empujón y sus huevotes me golpeaban el culo haciendo mas excitante la cogida, ¡me vengo vieja, me vengoooo haaaa!,,, sentí mi matriz invadirse de semen mientras en fuertes empujones seguían escupiendo leche sus huevotes,,, el calor de su venida era como un bálsamo que me quemaba pero también me daba alivio, al fin terminaría el martirio que yo sola había desencadenado; solo recuerdo que ví entrar a mi abuela y me desmaye.

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Nuestro primer trio (5 min.)


Mi mujer y yo, cuando estamos haciendolo fantaseábamos con la idea de hacer un trio, de hecho llagamos al acuerdo de hacerlo, pero no teniamos con quien.

El exnovio de mi mujer, al que llamaré Juan, y yo nos llevábamos muy bien, éramos compañeros de parranda, y el y ella también conservaban bonita amistad.

En una ocasión, Juan y yo nos fuimos de farra a un bar y terminamos en una disco, ya andábamos bastantes tomados y nos fuimos a mi casa.

Cuando entramos, mi mujer se levantó y nos reprendió por andar tan ebrios, ella vestía un short y un top ambos de licra y cabe mencionar que tiene un cuerpazo de miedo, por lo que lo que llevaba puesto se le veía fenomenal.

Entramos a la sala y seguimos bebiendo tequila que habia en casa, ella se sento con nosotros y seguimos la plática, asi estuvimos un rato hasta que Juan se paro al baño, mi mujer y yo seguimos platicando y Juan no regresaba, ella fue a ver que pasaba y me habló para enseñarme a Juan acostado en nuestra cama perdido de sueño.

El estaba acostado boca arriba en una orilla, ella se subio a la cama por el otro lado para despertarlo y decirle que se pasara al cuarto de huéspedes, yo me acerque a mi mujer por detrás y empecé a tocarle sus deliciosas nalguitas, ella volteo como molesta y me hizo un gesto de reprobación, pero yo insistí, y termino por dejarme.

Ella se levanto quedando hincada en la cama y yo la abrazaba por detrás, le besaba el cuello y le agarraba sus tetitas, empecé a levantarle el top para masajearlas bien, a ella parecia gustarle que lo hiciera frente a Juan aunque estuviera dormido, al fin y al cabo la conoció a "fondo" antes que yo.

Así estábamos fajando ella hincada en la cama y dándome la espalda y yo detrás de ella manoseándola como loco, cuando la agaché para tratar de sacarle el short, en esta posición quedo muy cerca de Juan, yo bajé el short y empecé a lamerle la espalda hasta llegar a su ano y luego me hinqué para lamer su clítoris desde atrás.



No se en que momento Juan despertó y cuando lo vi estaba basando a mi mujer y le agarraba los pechos, eso me puso a mil y seguí lamiendo la rajita de mi mujer, cosa que la calentó como nunca.

Desde esa posición podía ver como se manoseaban ellos mientras yo seguía con mi "trabajito", ella le agarraba la verga por encima del pantalón y lo besaba con una lujuria de miedo, el desabrochó el pantalón dejando salir a su amiguito, y, vaya que era grande, mucho mas que el mío, ya ella me habia me contado que de las tres parejas sexuales que habia tenido antes que yo, el era el que la tenía mas grande, de hecho me contaba que muchas veces la lastimaba.

Mi mujer estaba excitadísima y fue bajando hasta llegar a la verga de Juan y se lo metió en la boca, se lo mamaba de una manera impresionante, se alejaba para dejar caer su saliva y luego se agachaba para metérselo en la boca de nuevo,, a mi nunca me lo habia mamado de esa manera, era hasta cierto punto asqueroso la manera en que lo saboreaba, lamía pajeaba.

La verga de Juan no dejaba de crecer en la boca de mi mujer, en eso, Juan se levanto y se quito la ropa, ella abrió el cajón del buró y saco un condón para dárselo, en lo que Juan se lo ponía yo me quitaba la ropa y mi mujer se acostaba en la cama con las piernas hacia Juan, el se subió en ella, le abrió las piernas y de un empujó se la metió toda, pude ver la cara de dolor y de gozo juntas que mi mujer hacia cuando Juan le llegó hasta el fondo.

Yo estaba pasmado con la escena que me dediqué a masturbarme mientras los veía, estaban cogiendo de una manera bastante erótica, el sacaba la lengua y mi mujer la lamia como si fuera un pene mientras el le estrujaba los pechos mientras la bombeaba con furia.

Seguían en esta posición cuando de repente Juan se la sacó y se paró, se había roto el condón, ella sacó otro del cajón y Juan volvió a lo que estaba, pero duro poco porque el condón se volvió a romper, así que se volvió a salir, ese era el ultimo que había, así que aproveche para entrar yo en acción, la tomé de la cintura y la arrastre hasta la orilla de la cama, la puse de "a perrito" y le volví a lamer si raja, el sabor a latex y sexo me puso a mil, así que me paré y se la metí de un empujón, cosa que no me costó trabajo ya que estaba bastante humeda y abierta por Juan.

Juan se acostó en la cama debajo de mi mujer y yo la tome del cabello dirigiendo su cabeza hacia la verga de Juan, la cual empezó a mamar con desesperación, y digo desesperación porque lo hacia como si fuera la última vez que lo fuera a hacer, yo seguía metiéndole mi palo y, aunque aún no habiamos podido practicar sexo anal porque lo dolía mucho, le metí un dedo en el culo, eso fue lo que la hizo explotar y tuvo su primer orgasmo.

Parecía como poseída, se alejo de mi y me jalo a la cama, me puso boca arriba y se subió sobre mi, ella sola se lo metió y empezó a moverse hacia atrás y adelante e inmediatamente tuvo otro orgasmo, volteó hacia Juan y este se paró en la cama y puso sus pies uno a cada lado de mi, mi mujer seguía cabalgándome mientras se la mamaba a Juan, la visión que tenía yo era delirante, podia ver como le entraba y le salía el enorme aparato de su boca mientras se movía como loca dándome un placer indescriptible, asi acabó de nuevo y Juan se bajo de la cama.

Volví a poner a mi mujer en la orilla de la cama en cuatro y me la empecé a coger de nuevo yo parado en el suelo, Juan se volvió a acostar debajo de ella y volvió a mamárselo, el empezó a temblar y bombeaba con furia la boca de mi mujer, ella al darse cuenta que el estaba por acabar volvió a tener otro orgasmo, el empezó a eyacular, el primer chorro entró en la boca de ella y el segundo le cayó a el hasta la barbilla.

Ella le limpiaba la leche del pecho y de la barba con la lengua, cuando vi esto no pude mas y le dije que iba a acabar, ella volteó y se lo metió en la boca para hacerme acabar ahí, la venida que tuve fue brutal que se le salía la leche de la boca cayéndole sobre los pechos y se la untaba de manera descarada, mientras me limpiaba con su boca, Juan se paró al baño y ya no regresó, se metió a la otra habitación.

Yo me tiré en la cama y abracé a mi mujer, ella quería besarme pero yo no la dejaba porque tenia los labios y las mejillas embarradas de leche, pero ella insistió hasta que lo logró, al principio me dio asco, pero me dijo "¿sabe rico cabrón?", eso me encendió y la besé como loco, se me volvió parar y me monto, así estuvimos hasta que acabé y ella lo hizo dos veces mas, cayó rendida sobre mi y nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, Juan nos despertó para avisar que se iba, ella se paró a abrirle la puerta, pude ver desde la cama como le daba un beso bastante cachondo, salió, ella regresó y volvimos a coger, nos quedamos todo el día en la cama.

Espero nos respondan para comentar que les pareció nuestra experiencia y para tener contacto con hombres, mujeres y parejas afines a nosotros, envíenos sus correos con fotografia y tal vez algo se pueda dar, somos de Guanajuato, México, nos gustaría seguir ampliando nuestros horizontes sexuales.

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