sábado, 3 de febrero de 2018

Chocolate


El chocolate caliente cayó sobre su tembloroso vientre y lentamente se deslizó por el afeitado pubis cubriendo los labios vaginales y convirtiendo el excitado sexo en el más delicioso de los bombones.

-Ha quedado un bonito conejo de chocolate.- Le dijo guiñándole un ojo.

Dejó entonces la taza a un lado y tomándola por las corvas separó las piernas situándose entre ambas para comenzar a besar los muslos y deslizarse por la pendiente en dirección a la deliciosa concha de chocolate que le esperaba al fondo de aquel valle.

Cuando sintió el primer lengüetazo adentrándose entre sus labios para recoger el delicioso chocolate aromatizado por sus jugos no pudo evitar dejar escapar un profundo gemido que le hizo vaciar los pulmones rindiéndose al placer.

La experta lengua de Javier recorrió cada rincón de la húmeda vulva saboreando todos y cada uno de sus pliegues. Mientras, con sus fuertes manos, mantenía ambos muslos separados evitando que su dueña los cerrase de forma refleja ante el incontrolado placer que estaba experimentando.

Ella gemía y se retorcía intensamente de placer y cuando los labios de él rodearon el clítoris succionándolo y haciendo que este se hinchase más aún en su boca.

Anna sintió que el orgasmo llegaría de un momento a otro y llevando las manos hasta la cabeza de él lo apretó contra su sexo ansiosa de experimentar la descarga de placer suprema. Javier, que interpreto a la perfección el significado de aquel gesto, comenzó a mover su lengua a toda velocidad por la caliente rajita deseoso de recibir en su boca el orgasmo femenino.

No tardó mucho en llegar. Una corriente recorrió el vientre de ella y sintió como un cálido manto de humedad invadía su sexo justo antes de experimentar una intensa contracción que se encargó de recompensar a Javier con la expulsión de abundante flujo que él no dudo en saborear ansioso. Una serie de contracciones de menor intensidad sucedieron a la primera mientras Anna se mordía el labio inferior intentando ahogar sus gemidos, pero ello no impidió que su excitado coñito regase abundantemente la boca de su amante.

Javier no se retiró en ningún momento y la acompañó gustoso durante aquellos momentos de delirio hasta que, lentamente, ella retomó el control de su cuerpo y su respiración se hizo menos agitada.

Finalmente Javier retiró su cara de la empapada vagina con una sonrisa dibujada en ella. Sonrisa que ella correspondió igualmente con otra que expresaba total relajación y sumisión a lo que estuviese por venir.

Javier comenzó a subir por su abdomen, besando cada centímetro de vientre camino de las deliciosas y hermosas tetas que llamaban ahora toda su atención mientras subían y bajaban acompañando la respiración de ella.

Al llegar a ellas las besó y amasó suavemente con las manos antes de separarse y buscar nuevamente la taza de chocolate. Hundió los dedos índice y corazón en el líquido espeso y los llevó hasta la boca de Anna que los chupó lenta y sensualmente. Luego los volvió a hundir y esta vez dejó caer el chocolate en forma de hilo sobre los pezones de ella que reaccionaron de inmediato erizándose y tomando el aspecto de una deliciosa avellana recubierta de chocolate.

Javier disfrutó enormemente lamiendo el chocolate derramado sobre sus bonitas tetas. Los pezones habían tomado la consistencia de un verdadero fruto seco y los mordisqueó y succionó con ganas.

-Ummm, yo también quiero chocolate- Murmuró Anna suavemente- Dame chocolate por favor.

-¿Quieres chocolate preciosa?

-Sí por favor.-Ronroneó ella.

-Que golosa eres. ¿Pero lo quieres solo o lo quieres con churro?- Preguntó él abandonando las tetas que previamente se había en cargado dejar limpias y relucientes.

-Con churro.-Contestó Anna con voz melosa.

La sonrisa de Javier iba de oreja a oreja. Sin perder un segundo camino de rodillas por la cama hasta situarse a la altura de la cabeza de ella. Su excitada verga se mostraba totalmente erecta y una pequeña gota de líquido pre seminal se mostraba brillante en la punta.

-¿Por qué no te sirves tú misma cariño?- Le dijo ofreciéndole la taza de chocolate.

Ella tomó la taza y poniéndose de lado en la cama sujetó el masculino miembro por la base rodeándolo entre sus dedos pulgar e índice. Acto seguido y mientras se mordía el labio inferior guio el pene tanto como pudo hacia abajo, inclinó la taza y sumergió el descubierto glande en el tibio chocolate como si de una fondue se tratase.

La calidez del chocolate supuso todo un contraste cuando segundos después sintió la fresca boca de ella rodear su capullo y a continuación retirarse muy lentamente sustituyendo la dulce cobertura por su saliva.

Javier no pudo evitar cerrar los ojos por un segundo ante el placer recibido para luego volver a abrirlos y contemplar ensimismado como Anna, golosa, repetía la misma maniobra una y otra vez hasta terminar con todo el chocolate.

-¿Estaba rico?

-Mucho- Sonrió ella sosteniendo el miembro con la mano.



-¿Crees que podríamos seguir mojando el churro en otro sitio?

Y la fiesta sigue.....


Llevo tiempo sin hablaros, pero estoy demasiado atareada, no os olvido y quiero compartiros algo que sucedió sin pensarlo y fue muy divertido.

Como ya os conté la orgía fue genial, todos disfrutamos de lo lindo, he de decir que nos llamaron la atención en el hotel, con lo cual no pudimos repetir, pero Ron tuvo una brillante idea.

Alquilemos una casita algo apartada, fue brillante SIIIIII jajajaja

A la mañana siguiente ya estábamos instalados los cinco en la casita, dos dormitorios una piscina y un pequeño jardín, el paraíso para mí.

Aún sin deshacer las maletas le pregunté a Ron

- Te gusta comer pollas ¿ verdad? Sí mi ama dulce ( el me llama así) Susan es muy caliente y yo aburrido de ella, me gusta más Juan y tus tetas

Diciendo esto me las sobaba y las sacó de la camiseta, yo me dejé llevar y me puse pegada a el su pecho con mi espalda, me magreo todo lo que pudo las tetas al aire y el chochito empapado, Fermín al entrar y vernos se animó y me dijo

- Tu ordena¿, que hago?

- Lame mi coño

Se arodilló y empezó a lamerlo ………..

No os voy a contar la que se armó jajajajaja imaginarlo duró horas , solo os diré de pasada que después de correrme le quise dar un regalo al chichifú, tumbé a Juan sobre la cama con la polla dura y caliente baboseada por Susan y por mí y con el gesto se la ofrecí a Ron.

He de confesar que jamás he visto comer una polla con mas deseo ni placer, Juan sabía que no podía negarse, y al fin el placer es placer venga de quien venga, la polla de mi marido se puso roja grande floreada , el capullo apenas si le cabía a Ron en su boca, la chupaba con tal gana que incluso lastimaba un poco la polla, pero el placer era tal que mi cabrón prefería aguantar………… el final ya os lo contaré ….jijijijiji.

Pero la sorpresa vino cuando al día siguiente llamé a mi madre para saber como estaba, y me la encontré llorando.

- ¿Que te pasa mamá?

- Tu padre hemos reñido y se ha ido de casa , dice que unos días, pero yo sé que se ha ido con una “ amiguita”

Entonces se me encendió la luz, Ron y Susan nuestros maravillosos amigos australianos se marchaban a la mañana siguiente y teníamos la casa hasta final de semana . Al colgar el teléfono les comuniqué a todos mi decisión.

- He invitado a mi madre a pasar unos días aquí

- Joooo dulcebibi, con tu madre no podremos hacer nada, Fermín tendría que marcharse, y se nos cortará el rollo , fuuuuu

- No tiene porqué ser así, mi padre se ha ido unos días con una amante ( mi padre de vez en cuando hacía eso, a pesar del dolor que le causaba a mi madre) y mi madre no sabe lo que es un orgasmo, y tú amigo Fermín se lo vas a provocar, lástima que este chupador de coños, tetas y pollas no esté ( dije eso dirigiéndome a Ron y besándole la boca)

- Si tu pides yo quedo mañana tarde y le mamo el chichi a tu madre

- Siiiii jajajaja , grité aplaudiendo y riendo, siii siii siii mamá va a disfrutar como una loca.

Fueron Juan y Fermín a la estación a recogerla y llegaron todo acalorados, tenía prepaprada una rica y fresca sangría , estábamos en la piscina, Susan se había puesto un bañador muy provocativo, lo que a mamá no le gustó, yo un biquini minúsculo que le gustó menos aún, llegó la hora del almuerzo y coloqué a mamá entre ron y el toro del sexo, Fermin, jajaja que se había colocado un tanga que hacía lucir bien lo generosa que la naturaleza había sido con su polla. Bebimos, comimos nos reimos y mamá se fue relajando.

- Anda ponte el biquini mami

- No he traido, sabes que la playa no me gusta

- Pero hace calor y apetece, ven te dejo uno mio

Mi madre tenía entonces 45 años y tenía un cuerpo normal, bien.

- Que dices, un biquini tuyo que vas medio desnuda¡¡¡¡ no deja no

- Venga suegra, si estamos entre amigos, venga¡¡

- No, que va , no

Pero seguimos con la sangría, empezamos a contar algún chiste y entonces Fermín que era mayor que ella y es perro viejo, empezó a subir el calor con chistes picantes, y de repente dice,

- Bibi eres muy guapa, pero ya sé de quien lo sacas, tienes una madre que es un bombón, está muy buena.

- ¿A que sí? Pues ella no se lo cree, y mira mi padre le está poniendo los cuernos ahora mismo

- Que idiota es tu padre

- Si que lo es, mi madre es muy buena y está muy bien

- Si, tiene un cuerpo estupendo, a mi me está poniendo fino (mientras hablaba se pasó la mano por su pollón que se estaba despertando)

- Anda mamá ponte el biquini que nos demos un baño

- No, no

- Buenos pues venga el que quiera que se bañe

Y nos dirigimos al agua, al minuto Juan todo empapado se acercó a mi madre y le salpicó

- Venga haz feliz a tu hija y date un bañito, venga te acompaño y te doy un biquini

A los pocos minutos aparecieron los dos mi madre algo nerviosa o mareada por la sangría , que Ron se había apresurado a colocar al filo de la piscina, ya todos en el agua entre risas y bromas Ron como sin querer tocó las tetas de mi madre y bajó el sujetador , todos nos reimos y entonces yo de un tirón y gritando

- Venga tetas al aire¡¡¡¡ me saqué el mío

- Yo también tetas fuera¡¡¡ grito Susan bajando el bañador

Me sorprendió ver que mi madre reía y en ningún momento se tapó, entonces Ron como un caballero se acercó.

- Excusas no quise hacer , mi torpeza, perdón, y le besó la mano.

- No se preocupe

- Tiene usted tetas preciosas, yo encantado de mirar y si deja besar

- Uuuuu nooo yo soy casada, noo

Diciendo eso se tapó los pechos

- Yo también casado, y su marido también y está con puta follando

Entonces se acercó Susan y le dijo

- Tu preciosa , cuerpo maravilloso y joven, disfruta¡¡ yo casada con chichifú y disfruto con estos dos cabrones que follan como toros miura

Mi madre se quedó desconcertada, y bajó las manos sus preciosos pechos quedaron al aire, todos los mirábamos incluso yo tuve ganas de besarlos, entonces Ron se acercó, los acarició y paseó la lengua sobre los pezones, un suspiro se escapó de la garganta de mi madre.

- Tu dulce madre, disfruta, yo te como tetorras ricas.

Y dicho esto empezó a lamerle los pechos como solo Ron el mayor mamador del mundo sabe hacer.

Le mamó los pechos y mi madre se dejó reposar sobre los escalones de la piscina, yo asombrada miraba el espectáculo, Ron se incorporó y dijo

- Solo tengo 40 minutos para hacerte correr.

Y dicho esto la sacó de la piscina la tumbó en el césped y le quitó la braguita del biquini, mi madre se resistió un poco, pero entonces se acercó Fermín y se tumbó junto a ella, mientras se quedaba con el chochito al aire este le magreaba las tetas.

- Estás muy rica Julia , que suerte tiene este guiri cabrón que te está acariciando esa selva negra que tienes por coño.

Uno magreaba las tetas y otro empezó a lamer el coño, ufffff como estaba mi madre¡¡¡¡ roja y caliente, no quería me llamaba

- Bibi hija para esto, bibi ven por favor¡¡¡

- No suegra si no quieres levántate

- No por favor, ven bibi

- ¿Mamá te gusta?

- Ufffff no sé que me pasa, todo me dá vueltas

Entonces se acercó Juan, bajó el bañador de Fermín y el de Ron y se quitó el suyo, cogió su polla en la mano y se la machacaba despacito, la puso cerca de su cara, mi madre empezó casi a llorar. Me acerqué paré a todos y le pregunté

- ¿Te gusta mamá , sientes placer?

- No lo sé, esto nunca me lo hizo tu padre

- Mira tienes tres tíos desnudos con dos buenas pollas y una lengua maravillosa dispuestos a hacer que te corras como nunca, si quieres los paro y te vistes sin saber que es un orgasmo, y si no pues los dejo y por fin disfrutas como una autentica perra caliente. Tu decides si quieres te levantas.

Y dicho esto me acerqué a besar a Fermín que tenia la polla rica y lista para comérsela. Por unos segundos mi madre dudó pero después se reclinó sobre la hierba y recibió la boca de ron y Fermín en su chochete y sus tetas, yo me senté en un sillón a disfrutar del espectáculo, -Juan le acercó la polla a los labios, no sabía que hacer pero le enseñaron, gemía respiraba con dificultad, mi madre estaba experimentando en ese momento el mayor placer de su vida, lamía la polla de mi cabrón, tocaba el pollón del toro y se dejaba hacer, de repente absorta que estaba viendo a mi madre sentí unas manos en mi chochito………. ¿¿¿Quien era???

Ummmm …………….ya os lo contaré.

Una buena amiga



Hola. Me llamo David y soy de Barcelona. Tengo 34 años y si me he describir os he de decir que soy un chico de lo más normal. Ni guapo ni feo, ni gordo ni flaco, y bajito (1,60). Quien espere leer un relato con un pedazo de tío como protagonista, que deje de leer. No soy así. ¡Ah! Y debo ser el único bicho raro que tiene una polla normal, ya que si uno lee relatos todos tienen (o tenéis) unos pollones increíbles…

Bueno, al lío. Tengo novia desde hace 5 años, pero aunque la quiero con locura lo cierto es que en la cama podría ser mucho mejor. Es muy clásica, diría que vergonzosa, sin demasiadas ganas de probar cosas nuevas… y yo en cambio soy lo contrario. No soy un hacha, pero soy de los que piensan que en el sexo no ha de haber límites dentro del respeto y de lo que sea consensúe con la pareja. Y me encanta probar nuevas cosas, tener nuevas experiencias. Y ya que con ella no puedo, pues eso me lleva a buscar este “plus” fuera de mi pareja. ¿Si me siento mal por ello?. No. Mi manera de pensar es que el sexo, aunque importante, es un accesorio del amor, y mientras no se haga daño a la persona, uno ha de ser libre de hacer lo que quiera (ojos que no ven…). Puede parecer una forma de pensar egoísta, pero lo que no voy a hacer es dejar de disfrutar cuanto pueda de algo que me gusta tanto como el sexo.

Hecha esta pequeña introducción paso a explicaros mi aventura con una vieja amiga. Y los hechos son reales. No voi a inventar. Me gusta la realidad, e imaginar relatos y hacerlos propios… pues no le veo al gracia la verdad…

Hace años estuve liado (saliendo sería incierto) con Diana, una chica 3 años menor que yo. Y con ella os aseguro que tuve los mejores polvos de mi vida. Fogosa, caliente, sin límites y una auténtica diosa en la cama. Sabe moverse, sabe chuparla, sabe qué decir y cómo… una diosa, como os digo.

Tras unos meses liados lo dejamos estar, ya que la cosa podía ir a más y yo no me veía con ella como pareja, y seguimos como amigos. Además, yo conocí a mi actual novia, y ella empezó a salir con otra chica. Sí, otra chica…

Pero nos seguíamos viendo, quedando de vez en cuando, y lo cierto es que Diana siempre me ha puesto, así que nunca dejaba de intentar liarme con ella. Pero imposible, entre que ella estaba con pareja, y que le sabía mal que yo pusiera los cuernos a mi chica, lo más que conseguía eran cuatro besos. Sin más.

Hasta hace unas semanas. Ella había cortado con su novia, y eso me daba más oportunidades. Efectivamente, quedamos una mañana, como siempre en su casa, y nos sentamos en el sofá a charlar y fumar unos porros.

No me preguntéis de qué hablamos… ni idea, sólo sé que como siempre, yo estaba acariciandola y acercándome mucho a ella, tratando de buscarla, y cómo siempre (o eso parecía), sin éxito. Pero esta vez fue diferente.

No sé bien cómo acabó recostada conmigo pasándole el brazo por detrás mientras con mi otra mano acariciaba su tripita. Sin meter mano, pero con la mayor insinuación que yo podía. Mi dedo recorría su tripa, su ombligo haciendo círculos, buscando el límite de sus shorts y el límite de la camiseta, que se había levantado. Lo cierto es que la situación me estaba poniendo muy muy caliente. Como os he dicho, sólo tenerla cerca ya me pone bastante “nervioso”. Ella hacía rato que estaba callada, disfrutando del masaje. Y empecé a notar que su respiración había cambiado, estab más agitada.

De pronto me di cuenta de que mi otra mano se había desplazado involuntariamente hasta su pecho, sobre su camiseta, y rozándola. Ella no se quejaba, así que como quien no quiere la cosa empecé a mover el dedo, acariciando sobre la tela, buscando su pezón. No hubo quejas.

Cerca como la tenía, oliendo su pelo, giré mi cabeza y le di un suave beso cerca de la oreja. De nuevo ninguna reacción. Mi corazón iba a mil por hora y la polla ya me dolía de excitación. ¿Podría ser que esta vez sí volviésemos a follar tras tantos años?. Le di otro beso, en la mejilla, mientras mis manos seguían acariciando. Y esta vez sí se movió. Empezó a incorporarse y yo estaba convencido que hasta ahí habíamos llegado… cuando de pronto ella me miró y me soltó…

- Joder, cabrón, vaya calentón…

E incorporándose buscó mi boca con la suya. Pero no fue el clásico beso que a veces nos dábamos. No. Literalmente me comía la boca, su lengua no paraba quieta, recorriendo cada rincón de la mía, mandando ella, llevando el ritmo. Fue un beso espectacular. Mientras nos besábamos mi mano izquierda bajó de su ombligo buscando, ahora sí, su entrepierna, y acariciando su coño por encima de los shorts, notando su calor y su humedad. Nos comíamos la boca sin parar acariciándonos mutuamente, deseándonos con fuerza.

Ella se acabó de incorporar del todo y tras levantarse me reclinó en el sofá y se sentó a horcajadas encima mío al tiempo que se quitaba la camiseta, sin sostén debajo.

- Aquí mando yo. – me dijo.

Por fin pude volver a acariciar esas increíbles tetas que tiene (y no son la parte que más me pone de una chica…), amasándolas y jugando con sus pezones mientras seguíamos besándonos entre jadeos. La incorporé y llevé sus pechos a mi boca, jugando con mi lengua con sus pezones mientras mis manos por fin, después de tanto tiempo, volvían a colocarse en su culo, acariándolo, presionando esas duras nalgas que tiene, y colándose en la raja, buscando su coño. Diana se movía simulando follarme mientras lo hacía, imaginando que notando la dureza de mi polla.

Finalmente se levantó y se bajó de un tirón pantalón y bragas, al tiempo que yo me quitaba mi camiseta y desabrochaba mi pantalón para que no me doliera más, dejándome a la vista su coño depilado. Cuando volvió a su posición mi mano buscó su coño. Dios, estaba ardiendo y completamente empapado. Qué gozada acariciarlo mientras ella jadeaba volviendo a meter su lengua en mi boca, devorándonos. Yo estaba a 1000 cuando ella volvió a levantarse, dejando que yo me bajara un poco mis pantalones y calzoncillos, dejando mi polla, totalmente erecta a su vista. Ella la miró, me volvió a mirar y me dijo , mientras cogía mi polla con su mano,

- A ver cuánto me aguantas, cabrón

- Con lo caliente que estoy, poco.

- Vas a ver lo que es una buena mamada –ya que ella sabe que me quejo que mi chica no las hace demasiado bien.

Y se reclinó sobre mi polla engulléndola de una sola vez. Joder. Su lengua jugaba con mi polla dentro de su boca y empezó a chupármela con fuerza, literalmente follándome con su boca, mientras yo la masturbaba con mis dedos, recorriendo su coño, acariciando su clítoris.

Su boca subía y bajaba mientras masajeaba mis huevos. Dios… qué gozada Eso sí era una mamada como dios manda. Pero las horas previas de caricias me habían puesto ya a mil y tras no haber descargado yo en 2 días veía que me iba a correr demasiado pronto, así que le pedí que parara, y cuando lo hizo le cogí de las caderas y la elevé, dejando su coño a la altura de mi boca. Dios.. qué olor… qué gozada… y sin dudarlo me lancé a por él con mi boca, separando sus labios con mi lengua, dejando que todos sus jugos me impregnaran y saboreándolos. Mientras mis manos acariciaban su culo mi lengua jugaba con su clítoris, acariciándolo en círculos, dejando que de vez en cuando mi lengua bajara recorriendo todo su coño, para al llegar al agujero, introducir mi lengua, moverla todo lo hondo que podía y moviéndola recorriendo todas sus paredes, follándola con mi lengua, para luego volver a su clítoris. Diana se movía y gemía de placer, lo cual me incitaba a no parar, a seguir comiendo ese manjar, alargando el momento, tragando sus fluidos sin dudarlo.

Dios, hacía tiempo que no estaba tan caliente. Cuando ella se separó de mí y empezó a desplazar su cuerpo hacia mi polla. Yo estaba convencido de que iba a follarme, pero me dijo

- Vamos a jugar un poco…

Y se sentó a horcajadas sobre mi, posando su coño en todo el largo de mi polla, aplastándola contra mi vientre, y empezó a moverse como si follara, masturbándose con mi polla, gimiendo mientras mis dedos jugaban con su clítoris. Y por mi parte aquello era el paraíso, notando su coño en toda mi polla, abrazándola, notando como me la empapaba. Un lap dance de puta madre que me estaba sacando de mis casillas. No quería que terminara nunca. Estaba en la gloria.

Diana se inclinó para volver a besarme, y al levantar sus caderas mi polla salió un poco de su prisión. Ella no paraba de moverse, de masturbarse con ella, hasta que en un momento, sin ayuda de manos ni intención, ésta se introdujo en su coño. Literalmente se deslizó en su interior de lo mojada que estaba. Y empezó a cabalgarme, ahora sí, follándome. Porque yo no le estaba follando: ella me follaba a mí.

Diana me follaba a un ritmo constante, dejando que mi polla se introdujera hasta el fondo de su coño, y moviendo sus caderas en círculo cuando esto sucedía. Ella gemía suavemente y no cesaba de follarme, hasta que a los poco minutos, no lo voy negar, por lo caliente que iba, le tuve que pedir que parara y levantarla para que mi polla saliera de su coño y con sólo dos sacudidas con mi mano empezara a correrme como hacía mucho tiempo que no lo hacía.

Ella me miraba con una pícara medio sonrisa, sabedora que me había puesto a mil y me había regalado un polvazo. Volvió a inclinarse y de nuevo nos besamos.

Me levanté para ir al lavabo y limpiarme los restos de leche, y cuando volví ella estaba estirada en el sofá. Dios, que visión. Fui a buscar mi ropa cuando me dijo.

- ¿Qué haces?, ¿dónde vas?, esto todavía no ha terminado.

Con una cara de atontado total me volví con ella al sofá, tumbándome a su lado para volver a besarla mientras mi mano acariciaba su coño, masturbándola de nuevo, jugando con su clítoris, y de vez en cuando metiéndole dos dedos, follándola con ellos, y viendo como de su coño salía ese espléndido líquido blanco señal de que había llegado al orgasmo.

Ese manjar no podía desperdiciarse, así que dejé de besarla y bajé mi cabeza para poder saborear ese zumo, poder tragarlo, poder deleitarme con él. Cuando quedé saciado me incorporé y acerqué mi polla a su coño, para empezar a acariciarlo con ella, recorriéndolo entero mientras miraba sus ojos de viciosa y de deseo, hasta que al final, y sin estar 100% dura por la anterior y reciente corrida e la metí empezando a follarla, sin dejar de mirarle a los ojos, acariciando sus pechos y sus costados, besándola de tanto en tanto mientras la follaba lentamente, profundo, viendo como ese líquido blanco que tanto me gusta salía de su coño impregnando mi polla.

Tras un rato en la posición del misionero la saqué, y ella, como leyéndome el pensamiento, se dio la vuelta y se colocó a cuatro, en al posición del perrito. Dios, como me gusta su culo… así que en vez de seguir follándola me lancé a por él con mi boca, y mientras masturbaba su coño empecé a comerle el culo, chupando con fuerza, haciendo círculos con mi lengua y saboreándolo. Sabía a cualquier cosa menos mal. Olía a cualquier cosa menos mal. Oía sus gemidos y notaba sus movimientos indicándome que le gustaba. Así que, ¿por qué parar?. Seguí unos minutos más y dirigí mi dedo índice a su ano. Pero ella me detuvo con un rotundo “no, que hace mucho, y me duele”. Evidentemente me quedé con las ganas, pero, ¿recordáis lo que antes he dicho de respetar a la pareja de cama?. Pues eso. Así que dirigí mi polla de nuevo a su coño y empecé a follarla de nuevo, metiéndola hasta el fondo, dejando que mis huevos chocaran contra ella, mientras le acariciaba las tetas y le llamaba “perrita”, “mi zorrita”…que sé que le encanta.

Al ser un sofá estaba bastante incómodo, pero eso no fue un impedimento para que al poco tiempo notara que volvía a correrme, y la sacara para correrme sobre su espalda. Una corrida no tan copiosa como la primera, por supuesto, pero dejándome en la gloria.

Fui de nuevo al lavabo a por papel para limpiarla, y limpiarme a mí.

Diana me soltó uno de esos comentarios que pueden destrozar a un tío: “te recordaba con más aguante”, pero mi respuesta no podía ser otra: “me has puesto a mil, y hacía mucho tiempo que deseaba esto”.

Nos vestimos y tras descansar un poco me fui a casa. Al día siguiente eché uno de los mejores polvos que recuerdo con mi novia, aprovechando la lección de Diana de “aquí mando yo”, llevando yo la voz cantante como pocas veces.

He intentado volver a acostarme con Diana varias veces, pero sin suerte. Fue un calentón, pero luchar contra su sentimiento de culpa por tener yo novia es muy difícil. Pero seguiré intentándolo. Y ojalá vuelva a pasar. Ya que si además de buenos amigos podemos disfrutar del sexo… ¿por qué no?

Anna... La niña de mi vida


Anna era amiga de mi ex novio, yo al principio lo celaba de ella, me sentía inferior, en belleza claro porque soy bastante más alta que ella. Ella es hermosa, bajita como de 1,56m, cabello castaño claro hasta los hombros y liso, flaca, con bonitas piernas y un culito redondo y pequeño. Cara bonita, como de niña y usa anteojos. Se vestía muy recatada, no mostraba mucho. Nunca me atreví a hablarle hasta que un día lo hice, se mostró muy chevere por chat, me gusto tanto su trato que empezamos a hablar diariamente y con el paso del tiempo nos hicimos amigas. Mi ex estaba muy feliz por eso, pero el no se metia para nada en nuestras conversaciones. Un día quedamos de vernos, hablamos y caminamos mucho y me contó que era bisexual.

Yo me interesé mucho en saber que era ello y acabe entendiendo sus sentimientos, claro, yo sentia mucha atracción por ella y esto se fue intensificando. Anna era una cazadora, se dió cuenta de mis sentimientos y de que a veces me hacia sufrir cuando sabia que ella tenia novia, pero era más lo que yo tardaba en recuperarme sentimentalmente que ella dejandolas a todas. Y ahí siempre estaba yo, enamorada de ella, mi ex de mi y ella de nadie.

Un día la invité a mi casa, pusimos una pelicula pero yo no tenia mucho interés, ella compró papitas y refrescos, hablabamos mientras comiamos, en eso mi abuela entró a mi cuarto.

-Voy a la iglesia, vengo más tarde, portense bien.-Anunció antes de cerrar la puerta.

Nos vimos la una a la otra y me acerqué a su rostro, sentí sus labios, pequeños y con temor a besarme. Sus besos eran cortos, no muy intensos y limpios. Acercarme a su rostro me embriaga y lo pequeña que es me hacia sentir que yo era una gigante a su lado.

Me puse encima de ella y nos besabamos más y más. Sentí sus manos recorrer mi espalda y arrugar mi franela, era de los más extasiante ese aroma tan dulce que ella posee, me estaba volviendo loca y entonces aparté su cabello y empecé a besarle el cuello. Su respiración se hizo más rápida, sentía como si me fuera a empujar de un momento a otro pero no lo hizo, dejo que mi lengua y mis labios le proporcionaran amor y caricias a su cuello.

Me aparté, la besé un poco más en los labios y subí su camisa acariciando su abdomen, le daba cosquillas y reía en mi boca. Baje a su abdomen y empecé a besarlo, ella trataba de ocultar sus gemidos, respiraba hondo y muy sonoro.

-Oye, no calientes lo que no te vas a comer.- Dijo entre jadeos y con la voz muy tensa.

Solo con oir eso me prendí demasiado, bosabotoné su camisa y atraqué su boca a besos, solo me aparté un momento para decirle:

-¿Y quién dijo que no te iba a comer?.- Sus ojos se abrieron muchisimo pero no dijo nada, me dirigí a su boca y mordia sus labios, saboreaba ese efluvio tan dulce y divino que solo ella posee.

Nos desnudamos completamente, rápido, se le notaba muy nerviosa, pero si antes creía que era hermosa, después de verla desnuda me pareció perfecta. Sus senos eran grandes ¿Cómo no me había dado cuenta de eso?, su piel totalmente blanca, un poco sonrosada para no ser pálida, sus pezones eran de un rosa pálido y muy ergidos por la excitación. Los contemplé por un momento, la besé y la senté en mis piernas pegando su cuerpo al mio. Le comí el cuello de nuevo y fui bajando hasta sus pezones los cuales besé, chupe y mordí a mi antojo, primero el derecho y luego el izquierdo. Sin dejar de masajear la otra teta para que no solo sintiera en una parte de su cuerpo, mientras mi otra mano apretaba sus nalgas.

Ella solo suspiraba con cada succión de mi boca en su pecho, su piel se erizaba y la sentía cálida entre mis brazos. La acosté boca arriba y besé sus piernas, deleitandome con su piel y la vista de su vagina, virgen y completamente lisa, se notaba lo poco que tenía de haberse rasurado. Cuando llegué a su entrepierna me dispuse a hacer el primer cunnilingus de mi vida, metí mi lengua entre sus labios vaginales, encontrando a mi paso un húmedad, cálida y extremadamente dulce a mi gusto, tal como ella era así mismo sabian sus flujos, los absorbí, bebí de ellos hasta encontrar con mi lengua la entrada a su vagina. La cual lamí muchisimo y cuando creí que fue suficiente pasé mi lengua desde allí hasta su clítoris, ¿Les dije que es muy pequeña su conchita?. Pues si, no tarde nada hasta llegar a su botonsito del placer, lo lamí circularmente y chupe a intervalos largos, mientras con mi dedo hurgaba en la entrada de su vagina.

En algún momento escuché un gemido y al levantar la vista ella estaba con los ojos cerrados y fue entonces cuando metí mi dedo en ella, su cara se contrajo pero no abrío los ojos y solo se limitó a sentir, de nuevo empecé con mis caricias en su clítoris y estaba vez solo respiraba mientras mi dedo entraba y salia de ella a un ritmo lento. 

Cuando sentí mi lengua cansada, me incorporé y la bese en los labios, le di a probar de su sabor y me besaba con euforía, su lengua se paseaba en mis labios. Me recosté en la cama y ella chupó mis senos, era tan inexperta, no sabia como hacerlo pero aún así lo intentó. Bajó rápidamente a mi vagina y me hizo sexo oral, su lengua húmedad y cálida se paseaba por mi clítoris y me hacia gemir muchisimo, me metió un dedo y lo movia freneticamente, me volvia loca, pero todo acabó muy rápido, se incorporó y se acomodo encima de mi.

Su pierna me rozaba mi cuquita mientras ella restregaba la suya en mi pierna, se movia lentamente mientras nos besabamos, yo estaba tan caliente que acabe al cabo de 10 minutos y ella 2 minutos despues que yo. Nos besamos muchisimo luego de esos orgasmos, le acariciaba el cuerpo y lo comtemplaba mientras estabamos abrazadas.

Cuando nos dimos cuenta de la hora nos vestimos y ella se tuvo que ir. Nunca más volvimos a estar juntas pero el recuerdo de su sabor y su olor quedó grabado en mi cerebro para siempre.